Si Hitler lo tenía tan chiquito, ¿por qué causó tanta sensación su bigote? Si los italianos son tan buenos para las conquistas,¿por qué perdieron la guerra? ¿Son arios los japoneses? ¿Cuántos whiskies se desayunaba Churchill? ¿Cuántas Fantas Hitler? Todo conflicto armado tiene de fondo argumentos geopolíticos, económicos e históricos, y muchos de estos son rotunda y totalmente ¡estúpidos! La Segunda Guerra Mundial fue pródiga en momentos insospechados de humor involuntario, los cuales son recapitulados en este libro por Antonio Garci como una ecuación que más bien parece una condena: mientras haya pendejos, no faltarán las guerras.
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