Tercera novela sobre el ya clásico personaje de Francisco Perrone. Un policía que, sin perder el humor, siempre está al borde del precipicio en su afán por encontrar para los demás la paz y el equilibro que no logra para su propia vida. Esta historia comienza con el asesinato del piloto de la fuerza aérea Augusto Piug, hijo de un militar implicado en desapariciones durante la dictadura. En una de las paredes de la escena del crimen está escrito con la sangre de la víctima: Ni olvido ni perdón.
Todo parece apuntar a la acción de un grupo radical que intenta hacer justicia por crímenes del pasado. Sin embargo, a medida que la investigación avanza, la situación se irá demostrando mucho más complicada de lo que aparenta, y se insinuarán implicancias profundas y complejas debajo de la aparente simplicidad de la superficie.
Francisco Perrone, un policía obsesionado con su trabajo y en continuo conflicto con sus propios demonios, junto a su inefable compañero Julio Hermida, deberán internarse en una compleja trama de negocios ilegales, ajustes de cuenta, secretos largamente guardados y oscuros intereses, para encontrar la verdad detrás de las apariencias.
Todo parece apuntar a la acción de un grupo radical que intenta hacer justicia por crímenes del pasado. Sin embargo, a medida que la investigación avanza, la situación se irá demostrando mucho más complicada de lo que aparenta, y se insinuarán implicancias profundas y complejas debajo de la aparente simplicidad de la superficie.
Francisco Perrone, un policía obsesionado con su trabajo y en continuo conflicto con sus propios demonios, junto a su inefable compañero Julio Hermida, deberán internarse en una compleja trama de negocios ilegales, ajustes de cuenta, secretos largamente guardados y oscuros intereses, para encontrar la verdad detrás de las apariencias.