¿POR QUÉ ELEGIR ESTA TRADUCCIÓN?
Es hora de que el lector en español tenga acceso a un texto que refleje al original con precisión y que le permita disfrutarlo de la manera que lo disfrutan los lectores del idioma original. Esta es la versión más completa de “Alicia en el País de las Maravillas”, fiel al texto original, y acompañada con notas que permiten entender y disfrutar de la compleja y rica comicidad de los poemas.
“Alicia en el País de las Maravillas” es uno de los clásicos más indestructibles de la literatura. Aceptado sin reservas por los niños, Carroll también prefigura el mundo de algunos grandes autores “adultos” del siglo XX (Kafka, Borges o Nabokov por nombrar sólo a tres). Se trata de una obra en la cual el lenguaje y los juegos de palabras tienen una importancia vital. Es una pena que la versión española que la gran mayoría de nosotros hemos leído contenga tantos errores de interpretación, cortes y discrepancias con el original.
Todas las versiones disponibles en Kindle hoy en día son exactamente la misma pobre traducción, plagada de errores, con todos los juegos de palabras perdidos y con más de una frase cambiada o acortada. Para comprobarlo el lector puede leer gratuitamente todos los primeros capítulos de todas las versiones disponibles y comprobar que la única versión nueva es esta.
Bastan un simple ejemplo para distinguir entre la vieja traducción y la nueva.
Comparando la historia de la Lechuza y la Pantera con el texto de Carroll, vemos que la traducción vieja de Alicia no tiene ni la gracia ni el toque morboso del original.
Pasé por su jardín y con un solo ojo
pude observar muy bien cómo el búho y la pantera
estaban repartiéndose un pastel.
La pantera se llevó la pasta, la carne y el relleno,
mientras que al búho le tocaba
sólo la fuente que contenía el pastel.
Cuando terminaron de comérselo,
el búho como regalo, se llevó en el bolsillo la cucharilla,
en tanto la pantera, con el cuchillo y el tenedor,
terminaba el singular banquete.
¿Pero qué ocurre al final? ¿Cada una se va por su lado? Lewis Carroll no deja lugar a dudas. Sin decir la última palabra, se vale de la rima para que el lector descubra cuál es el verdadero destino de la Lechuza. La nueva traducción es fiel al original:
“Al pasar por el jardín, de reojo alcancé a ver,
Que la Lechuza y la Pantera se sentaban a comer.
La Pantera tomó el caldo, la carne y la ensalada,
Y la porción de la Lechuza fue un platito sin nada.
Generosamente, a la Lechuza, y aunque no se lo esperara,
Le fue incluso permitido sostener una cuchara:
La Pantera se quedó con cuchillo y tenedor, y sin excusa
Concluyó el banquete comiéndose una L—”
En la versión original inglesa, es la rima de las dos últimas líneas la que nos indica el destino de la pobre Lechuza. Hay decenas de ejemplos como éste.
POR QUÉ ALICIA
Quizá la fascinación perpetua que “Alicia…” ejerce sobre quienes la leen reside en la variedad de experiencias que esta historia ofrece en apenas setenta páginas: es un libro cómico pero también alarmante; vivaz pero también melancólico; cuyo lenguaje sencillo y sólido esconde nociones y enigmas que se multiplican como en un juego de espejos.
Pero independientemente de los juegos de palabras y las muestras de ingenio, la fascinación mayor de esta novela es su inolvidable personaje principal, la niña que trata de igual a igual con criaturas extrañas o amenazantes, y que busca infatigablemente la manera de avanzar en un mundo de cambios veloces y difícil de comprender. ¿No es Alicia el símbolo perfecto de cualquiera de nosotros?
Como ella, al abrir el libro, nosotros también nos encogemos y pasamos, otra vez, por la puerta que da al jardín de los rosales y los flamencos, del gato que sonríe y de la Reina que juega al croquet con el mazo de cartas.
Para quien ya leyó el libro: es hora de revisitarlo. Para quien lo abre por primera vez: prepárate para no olvidarlo jamás.
Es hora de que el lector en español tenga acceso a un texto que refleje al original con precisión y que le permita disfrutarlo de la manera que lo disfrutan los lectores del idioma original. Esta es la versión más completa de “Alicia en el País de las Maravillas”, fiel al texto original, y acompañada con notas que permiten entender y disfrutar de la compleja y rica comicidad de los poemas.
“Alicia en el País de las Maravillas” es uno de los clásicos más indestructibles de la literatura. Aceptado sin reservas por los niños, Carroll también prefigura el mundo de algunos grandes autores “adultos” del siglo XX (Kafka, Borges o Nabokov por nombrar sólo a tres). Se trata de una obra en la cual el lenguaje y los juegos de palabras tienen una importancia vital. Es una pena que la versión española que la gran mayoría de nosotros hemos leído contenga tantos errores de interpretación, cortes y discrepancias con el original.
Todas las versiones disponibles en Kindle hoy en día son exactamente la misma pobre traducción, plagada de errores, con todos los juegos de palabras perdidos y con más de una frase cambiada o acortada. Para comprobarlo el lector puede leer gratuitamente todos los primeros capítulos de todas las versiones disponibles y comprobar que la única versión nueva es esta.
Bastan un simple ejemplo para distinguir entre la vieja traducción y la nueva.
Comparando la historia de la Lechuza y la Pantera con el texto de Carroll, vemos que la traducción vieja de Alicia no tiene ni la gracia ni el toque morboso del original.
Pasé por su jardín y con un solo ojo
pude observar muy bien cómo el búho y la pantera
estaban repartiéndose un pastel.
La pantera se llevó la pasta, la carne y el relleno,
mientras que al búho le tocaba
sólo la fuente que contenía el pastel.
Cuando terminaron de comérselo,
el búho como regalo, se llevó en el bolsillo la cucharilla,
en tanto la pantera, con el cuchillo y el tenedor,
terminaba el singular banquete.
¿Pero qué ocurre al final? ¿Cada una se va por su lado? Lewis Carroll no deja lugar a dudas. Sin decir la última palabra, se vale de la rima para que el lector descubra cuál es el verdadero destino de la Lechuza. La nueva traducción es fiel al original:
“Al pasar por el jardín, de reojo alcancé a ver,
Que la Lechuza y la Pantera se sentaban a comer.
La Pantera tomó el caldo, la carne y la ensalada,
Y la porción de la Lechuza fue un platito sin nada.
Generosamente, a la Lechuza, y aunque no se lo esperara,
Le fue incluso permitido sostener una cuchara:
La Pantera se quedó con cuchillo y tenedor, y sin excusa
Concluyó el banquete comiéndose una L—”
En la versión original inglesa, es la rima de las dos últimas líneas la que nos indica el destino de la pobre Lechuza. Hay decenas de ejemplos como éste.
POR QUÉ ALICIA
Quizá la fascinación perpetua que “Alicia…” ejerce sobre quienes la leen reside en la variedad de experiencias que esta historia ofrece en apenas setenta páginas: es un libro cómico pero también alarmante; vivaz pero también melancólico; cuyo lenguaje sencillo y sólido esconde nociones y enigmas que se multiplican como en un juego de espejos.
Pero independientemente de los juegos de palabras y las muestras de ingenio, la fascinación mayor de esta novela es su inolvidable personaje principal, la niña que trata de igual a igual con criaturas extrañas o amenazantes, y que busca infatigablemente la manera de avanzar en un mundo de cambios veloces y difícil de comprender. ¿No es Alicia el símbolo perfecto de cualquiera de nosotros?
Como ella, al abrir el libro, nosotros también nos encogemos y pasamos, otra vez, por la puerta que da al jardín de los rosales y los flamencos, del gato que sonríe y de la Reina que juega al croquet con el mazo de cartas.
Para quien ya leyó el libro: es hora de revisitarlo. Para quien lo abre por primera vez: prepárate para no olvidarlo jamás.