La construcción de un canal que uniera las tierras de Castilla con el mar Cantábrico fue uno de los proyectos civiles más ambiciosos del siglo XVIII español. Raúl Guerra Garrido ha recorrido a pie los doscientos siete kilómetros de esta vía hoy olvidada que fue una apuesta para el desarrollo de estas tierras. Guerra Garrido nos acerca en este libro a una época y a una empresa de proporciones y valor simbólico poco comunes. "Castilla en canal" es la historia de una idea humanista y visionaria que combina en su origen la legitimidad del deseo de progreso y la ingenuidad y la desmesura de las gandes obras. Raúl Guerra Garrido emprende además un peregrinaje laico para coincidir en Frómista con el Camino de Santiago, lo que aporta al viaje una reflexión añadida sobre las distintas miradas que a lo largo del tiempo se han creado en este paisaje extraordinario.
La mezcla de tiempo y espacio, el cronotopo, a la hora de tejer una trama, una de las constantes en la obra de Raúl Guerra Garrido, también está pesente en "Castilla en canal". El canal de Castilla es en esta ocasión el marco geográfico y temporal sobre el que reposa su narración, como lo fueron en su momento la idealizada Eibain, en "Cacereño" y "Lectura insólita de El Capital", un mítico Bierzo en "Cuaderno secreto" o la madrileña Gran Vía en "La Gran Vía es New York", también publicada en Alianza Editorial.
La mezcla de tiempo y espacio, el cronotopo, a la hora de tejer una trama, una de las constantes en la obra de Raúl Guerra Garrido, también está pesente en "Castilla en canal". El canal de Castilla es en esta ocasión el marco geográfico y temporal sobre el que reposa su narración, como lo fueron en su momento la idealizada Eibain, en "Cacereño" y "Lectura insólita de El Capital", un mítico Bierzo en "Cuaderno secreto" o la madrileña Gran Vía en "La Gran Vía es New York", también publicada en Alianza Editorial.