Ha pasado más de medio siglo desde que vi el último amanecer y, desde entonces, vivo, o más bien malvivo, sintiendo solo oscuridad.
Hasta que apareciste tú, mi pequeña bruja.
Judith llegó a mí a través de una carta.
Forzado por la situación, me comprometí con su abuela a instruirla y cuidarla de las alimañas que la perseguían. Aunque nunca imaginé que esa misión, aceptada por las circunstancias que en ese momento me rodeaban, me fuese a resultar tan beneficiosa y placentera.
Controlar su poder me tienta y he de confesar que fue una suerte encontrarla. Pero no penséis que voy a aprovecharme de ella, he dado mi palabra y no lo haré. Además, la situación ha ido cambiando... ¿Quién me iba a decir que lo que comenzó siendo un tierno afecto se convertiría en una necesidad que me ahora por dentro? El gran problema es que ahora no sé cómo descubrir mi identidad sin que ella salga corriendo.
Judith confía en mí. ¿Cómo voy a revelarle que soy uno de ellos?
Hasta que apareciste tú, mi pequeña bruja.
Judith llegó a mí a través de una carta.
Forzado por la situación, me comprometí con su abuela a instruirla y cuidarla de las alimañas que la perseguían. Aunque nunca imaginé que esa misión, aceptada por las circunstancias que en ese momento me rodeaban, me fuese a resultar tan beneficiosa y placentera.
Controlar su poder me tienta y he de confesar que fue una suerte encontrarla. Pero no penséis que voy a aprovecharme de ella, he dado mi palabra y no lo haré. Además, la situación ha ido cambiando... ¿Quién me iba a decir que lo que comenzó siendo un tierno afecto se convertiría en una necesidad que me ahora por dentro? El gran problema es que ahora no sé cómo descubrir mi identidad sin que ella salga corriendo.
Judith confía en mí. ¿Cómo voy a revelarle que soy uno de ellos?