Unos niños están jugando a la guerra en los límites de su pueblo cuando a la distancia ven a tres extraños acercándose. Quedan impresionados no solo porque el grupo de foráneos ha cruzado el lesivo yermo andino para llegar hasta su pueblo, sino porque, además, estos llevan armas, y de gran calibre.
Durante años el pueblo se ha encontrado sometido bajo el dominio de un grupo de delincuentes llamados los Sádicos, en gran medida debido a que la falta de municiones no les permitió defenderse cuando estos llegaron. Es por eso que la aparición de los foráneos puede significar una oportunidad que el pueblo no desaprovechará, estando dispuestos a todo con tal de conseguir su ayuda.
Relatando con dinamismo un escenario cruel y miserable, lleno maldad, necesidad y desesperación, el autor peruano Carlos de la Torre Paredes nos introduce en un mundo consumido por los seres humanos, en dónde el más fuerte se impone y aplasta a los otros, generando un aterrador drama no apto para susceptibles.
Durante años el pueblo se ha encontrado sometido bajo el dominio de un grupo de delincuentes llamados los Sádicos, en gran medida debido a que la falta de municiones no les permitió defenderse cuando estos llegaron. Es por eso que la aparición de los foráneos puede significar una oportunidad que el pueblo no desaprovechará, estando dispuestos a todo con tal de conseguir su ayuda.
Relatando con dinamismo un escenario cruel y miserable, lleno maldad, necesidad y desesperación, el autor peruano Carlos de la Torre Paredes nos introduce en un mundo consumido por los seres humanos, en dónde el más fuerte se impone y aplasta a los otros, generando un aterrador drama no apto para susceptibles.