Aurora es una de tantas mujeres que sufre la violencia sistemática por parte de su pareja tanto psicológica como física alternada con muestras de caricias, cariño y arrepentimiento. Esa situación en muchas mujeres se prolonga durante toda la vida, hasta que el maltratador pierde los nervios y “se le va la mano” y la víctima muere, o denuncia y logra escapar de esas caricias rotas, lo cual no siempre se consigue sin un trágico final. Aurora logra escapar de su martirio extremo, apenas dura unos meses, los suficientes para quedar traumatizada durante años.
No resulta fácil superar el trauma que le imposibilita para poder llegar a rehacer su vida, cuando se ama e idealiza con intensidad a una persona. Porque Aurora, como la mayoría de las personas, se casa profundamente enamorada y no concibe que su amante pueda convertirse al mismo tiempo en su cruel verdugo.
Durante los primeros meses no ve las señales que le deberían haberle hecho reflexionar durante el noviazgo, tal vez no vio o no veía lo que tenía ante sus ojos. En la fase de enamoramiento las señales que delatan al maltratador o los defectos que tiene la pareja se suelen disfrazar doblemente, por una parte, el deseo de agradar que tenemos todos, por otra la venda que nos ponemos cuando nos enamoramos. La palabra lo dice, NOVIO NOVIA (no vio, no veía).
Terminada la dependencia de su amante /verdugo, Aurora se siente aterrorizada ante cualquier posible nueva relación, y lo que es peor, que ello traiga consigo problemas a su hija, a la cual pretende proteger a toda costa, incluso del fatídico recuerdo de su padre.
Un día, su hija le dice que se casa, y los viejos fantasmas del pasado regresan; no obstante, ahora está dispuesta a hacerles frente. Sabe que solo hay una forma de lograrlo, sacando toda la verdad a la luz, y hace lo que ninguna madre haría, pero ella sabe que, para salir del túnel, no puede ni debe renunciar a ser feliz, y sabe que debe ser ella la primera en creerlo. A sus cuarenta y dos años todavía es joven y hermosa, y sabe que debe tomar una decisión, sin demorarla, romper las cadenas que le atan a su pasado, rehacer su vida, volverse a enamorar...
El autor:
Paco Arenas, tiene dos novelas publicadas: “Los manuscritos de Teresa Panza”, Ediciones Hades (2015) escrita imitando el estilo del siglo XVI y “Caricias rotas” (2016), con la cual ha participado en diversos actos y charlas contra la violencia de género. Ha ganado dos segundos premios de relatos contra la violencia machista: Aurora cierra los ojos (2014) y “Vicentica” (2016). Asimismo, ha llevado a cabo adaptaciones de clásicos como “La Celestina”, y “El Lazarillo de Tormes”, que se encuentran entre los más vendidos en las listas de Ficción clásica y guías de repaso de Amazon.
No resulta fácil superar el trauma que le imposibilita para poder llegar a rehacer su vida, cuando se ama e idealiza con intensidad a una persona. Porque Aurora, como la mayoría de las personas, se casa profundamente enamorada y no concibe que su amante pueda convertirse al mismo tiempo en su cruel verdugo.
Durante los primeros meses no ve las señales que le deberían haberle hecho reflexionar durante el noviazgo, tal vez no vio o no veía lo que tenía ante sus ojos. En la fase de enamoramiento las señales que delatan al maltratador o los defectos que tiene la pareja se suelen disfrazar doblemente, por una parte, el deseo de agradar que tenemos todos, por otra la venda que nos ponemos cuando nos enamoramos. La palabra lo dice, NOVIO NOVIA (no vio, no veía).
Terminada la dependencia de su amante /verdugo, Aurora se siente aterrorizada ante cualquier posible nueva relación, y lo que es peor, que ello traiga consigo problemas a su hija, a la cual pretende proteger a toda costa, incluso del fatídico recuerdo de su padre.
Un día, su hija le dice que se casa, y los viejos fantasmas del pasado regresan; no obstante, ahora está dispuesta a hacerles frente. Sabe que solo hay una forma de lograrlo, sacando toda la verdad a la luz, y hace lo que ninguna madre haría, pero ella sabe que, para salir del túnel, no puede ni debe renunciar a ser feliz, y sabe que debe ser ella la primera en creerlo. A sus cuarenta y dos años todavía es joven y hermosa, y sabe que debe tomar una decisión, sin demorarla, romper las cadenas que le atan a su pasado, rehacer su vida, volverse a enamorar...
El autor:
Paco Arenas, tiene dos novelas publicadas: “Los manuscritos de Teresa Panza”, Ediciones Hades (2015) escrita imitando el estilo del siglo XVI y “Caricias rotas” (2016), con la cual ha participado en diversos actos y charlas contra la violencia de género. Ha ganado dos segundos premios de relatos contra la violencia machista: Aurora cierra los ojos (2014) y “Vicentica” (2016). Asimismo, ha llevado a cabo adaptaciones de clásicos como “La Celestina”, y “El Lazarillo de Tormes”, que se encuentran entre los más vendidos en las listas de Ficción clásica y guías de repaso de Amazon.