Lo que te vas a encontrar en el Ciberdiccionario es una recopilación de conceptos de Ciberseguridad explicados en un lenguaje llano, asumiendo que el lector dispone de conocimientos técnicos básicos o incluso nulos. El objetivo es hacer entendible unos conceptos que en general son más sencillos de lo que parecen a primera vista.
¿Por qué? Porque hay muchas personas que en ámbito personal y profesional deben enfrentarse con la Ciberseguridad de alguna u otra manera y le pueden tener apatía o miedo, o les provoque un soberano aburrimiento, o cualquier otra razón para pasar del tema.
Ejemplos:
•Muchos directivos que están a cargo del negocio de sus organizaciones, ya sean grandes o pequeñas, están empezando a interesarse por la Ciberseguridad por obligación y, a la primera conversación sobre el tema, desconectan inmediatamente quizá porque les suena todo a chino.
•Si perteneces al departamento comercial de tu empresa y, por la razón que sea, tienes que capacitarte en este terreno para que no se te quede cara de haba en una ciber-conversación con un cliente.
•Si se te da bien la informática, seguro que algún familiar te acaba preguntando qué hacer cuando le entra un virus. Depende del tamaño del susto del afectado podrás explicar más o menos.
•Cada vez salen más noticias sobre ciberseguridad, ciberincidentes, ciberespionaje, fuga de datos, robo de números de tarjetas de crédito, etc. Si te toca redactar una de estas noticias, quizá encuentres algo de valor aquí dentro.
•Estudiantes de todas las edades están acostumbrados a utilizar diccionarios. Éste puede ser uno de ellos. Y también para sus padres.
Si llevas tiempo dedicándote a la Ciberseguridad en cualquiera de sus facetas, es probable que el Ciberdiccionario no sea para ti. No sería extraño, incluso, que no estés de acuerdo con algunas definiciones porque te parezcan inexactas, o incompletas, u obvias. Tampoco sería extraño que algunos de los conceptos los tengas olvidados, porque en este terreno nos quedamos obsoletos a la mínima o bien nos especializamos tanto en un área que olvidamos el resto. Tan sólo aspiro a que puedas echar mano de alguna frase que aquí aparece cuando te pregunte tu cuñado o cuando vayas al colegio de tus niños a dar una charla de concienciación.
¿Por qué? Porque hay muchas personas que en ámbito personal y profesional deben enfrentarse con la Ciberseguridad de alguna u otra manera y le pueden tener apatía o miedo, o les provoque un soberano aburrimiento, o cualquier otra razón para pasar del tema.
Ejemplos:
•Muchos directivos que están a cargo del negocio de sus organizaciones, ya sean grandes o pequeñas, están empezando a interesarse por la Ciberseguridad por obligación y, a la primera conversación sobre el tema, desconectan inmediatamente quizá porque les suena todo a chino.
•Si perteneces al departamento comercial de tu empresa y, por la razón que sea, tienes que capacitarte en este terreno para que no se te quede cara de haba en una ciber-conversación con un cliente.
•Si se te da bien la informática, seguro que algún familiar te acaba preguntando qué hacer cuando le entra un virus. Depende del tamaño del susto del afectado podrás explicar más o menos.
•Cada vez salen más noticias sobre ciberseguridad, ciberincidentes, ciberespionaje, fuga de datos, robo de números de tarjetas de crédito, etc. Si te toca redactar una de estas noticias, quizá encuentres algo de valor aquí dentro.
•Estudiantes de todas las edades están acostumbrados a utilizar diccionarios. Éste puede ser uno de ellos. Y también para sus padres.
Si llevas tiempo dedicándote a la Ciberseguridad en cualquiera de sus facetas, es probable que el Ciberdiccionario no sea para ti. No sería extraño, incluso, que no estés de acuerdo con algunas definiciones porque te parezcan inexactas, o incompletas, u obvias. Tampoco sería extraño que algunos de los conceptos los tengas olvidados, porque en este terreno nos quedamos obsoletos a la mínima o bien nos especializamos tanto en un área que olvidamos el resto. Tan sólo aspiro a que puedas echar mano de alguna frase que aquí aparece cuando te pregunte tu cuñado o cuando vayas al colegio de tus niños a dar una charla de concienciación.