—Ese olor… ¿son violetas? Nunca había conocido a nadie que llevara el perfume a juego con el color de los ojos.
Marta Robles entra por la puerta grande en su primera incursión en la novela negra, con una ambiciosa obra coral, con dos pilares clásicos, el detective desencantado y la femme fatale, en torno a los que pivota una trama muy turbia que se desarrolla en múltiples escenarios, y donde el sexo es uno de los principales protagonistas.
La mujer es Misia Rothman, la bella y sensible esposa de un multimillonario del mundo de la comunicación, que cae fascinada por Artigas, el escritor de más éxito del momento, cosmopolita, mujeriego y con un punto cínico.
Y el detective es Roures, un ex corresponsal de guerra,reciclado en investigador de infidelidades, a quien, tras perder la enésima batalla de su vida, le toca reinventarse desde una modesta buhardilla de Malasaña y a quien acude la joven Katia Cohen con un sorprendente convencimiento: Artigas no solo mató a su madre, de quien fue amante, sino que ha asesinado al menos a otras tres mujeres.