¿Quién se ha dejado arrebatar la Primera Pluma del Universo? Seguramente esta pregunta concitará la atención del lector mientras recorra con avidez las páginas de este libro, el segundo de la apasionante saga de M. S. Mansilla.
Benjamín y sus amigos son los protagonistas de esta historia. Ellos muestran el valor de la amistad, el respeto y sobre todo la solidaridad. Una serie de alocadas y peligrosas aventuras muestran el camino que los llevará finalmente a encontrarse frente a frente con Bulluz, el monje malvado que en el transcurrir del tiempo se empeña en saber a toda costa, dónde se encuentra la celebérrima y especial Primera Pluma del Universo, para apropiarse de ella y desarrollar su pérfido plan con funestas consecuencias para toda la humanidad.
El Bosque Seco Chiquitano es parte activa del escenario y el hilo conductor de la historia. A la vez representa el amor a la naturaleza en general y a la conservación de la flora y fauna en particular.
En este segundo tomo Benjamín y sus amigos aparecen acompañados de nuevos personajes y consiguen realizar un viaje portentoso con la ayuda de Ariadna, la berenjena, cruzando la línea del tiempo y del espacio por mar y tierra, sorteando miles de vicisitudes e intentando desentrañar el enigma guardado durante siglos, para finalmente volver a disfrutar de la vida estudiantil en el Conservatorio de Música Renacentista Barroca Americana, que transcurre entre las clases regulares, travesuras y la preparación del Festival de Teatro en el Reino Mágico Chiquitano.
Benjamín y sus amigos son los protagonistas de esta historia. Ellos muestran el valor de la amistad, el respeto y sobre todo la solidaridad. Una serie de alocadas y peligrosas aventuras muestran el camino que los llevará finalmente a encontrarse frente a frente con Bulluz, el monje malvado que en el transcurrir del tiempo se empeña en saber a toda costa, dónde se encuentra la celebérrima y especial Primera Pluma del Universo, para apropiarse de ella y desarrollar su pérfido plan con funestas consecuencias para toda la humanidad.
El Bosque Seco Chiquitano es parte activa del escenario y el hilo conductor de la historia. A la vez representa el amor a la naturaleza en general y a la conservación de la flora y fauna en particular.
En este segundo tomo Benjamín y sus amigos aparecen acompañados de nuevos personajes y consiguen realizar un viaje portentoso con la ayuda de Ariadna, la berenjena, cruzando la línea del tiempo y del espacio por mar y tierra, sorteando miles de vicisitudes e intentando desentrañar el enigma guardado durante siglos, para finalmente volver a disfrutar de la vida estudiantil en el Conservatorio de Música Renacentista Barroca Americana, que transcurre entre las clases regulares, travesuras y la preparación del Festival de Teatro en el Reino Mágico Chiquitano.