En el Madrid de finales de los noventa, proliferan los turistas japoneses y los “tironeros” adolescentes que cruzan el Estrecho para vivir en un mundo de pegamento y zapatillas de marca. Gálvez comienza por ayudar a una turista a recuperar su bolso, y acaba cruzando el Estrecho en patera después de viajar por los barrios más duros de Tánger en el intento de sacar a un jovencito de la miseria. ¿Se puede tratar un asunto así desde el humor? Gálvez demuestra que sí. La acción, como siempre en las novelas de este personaje, discurre a una velocidad que obliga a quedarse pegado al libro, tan bien escrito como divertido. Tan real como subversivo.
Portada de Pedro Arjona
Portada de Pedro Arjona