Los Infiernos, Torre Pacheco, verano de 2012.
Con el pecho abierto y la mirada vacía, el cadáver de Gus esperaba pacientemente ser encontrado. Era viernes cuando se conocieron y sábado cuando ella le robó el corazón… un corazón cuyo valor en el mercado alcanzaría los ciento cincuenta mil euros.
Para poder resolver este caso, el inspector Proaza deberá adentrarse de nuevo en los más oscuros rincones de la región de Murcia.
En Carne de primera, Rafael Estrada narra de manera magistral una nueva investigación policial. Original y fluido, este segundo volumen de la trilogía del inspector Proaza engancha al lector desde su comienzo, augurando momentos brillantes para el futuro de la novela negra.