¡Es un error que condena al alma!, en la ley, Dios reclama la grosura del
sacrificio (Levítico 3:3). Así es, todo el culto (adoración) divino, el cual es la grosura del
sacrificio, el Señor lo ha reservado de manera particular para sí mismo; mientras que el
idólatra entrega a los ídolos aquello que en realidad pertenece Dios. La idolatría es
adulterio espiritual. “Porque han adulterado… y han fornicado con sus ídolos”
(Ez.23:37). La idolatría abre la puerta a todos los juicios de Dios. Por lo tanto, los judíos
solían decir acerca de todos los castigos que les habían acontecido que era porque-
“hubo una pizca del becerro de oro entre ellos.”- (Thomas Watson)
sacrificio (Levítico 3:3). Así es, todo el culto (adoración) divino, el cual es la grosura del
sacrificio, el Señor lo ha reservado de manera particular para sí mismo; mientras que el
idólatra entrega a los ídolos aquello que en realidad pertenece Dios. La idolatría es
adulterio espiritual. “Porque han adulterado… y han fornicado con sus ídolos”
(Ez.23:37). La idolatría abre la puerta a todos los juicios de Dios. Por lo tanto, los judíos
solían decir acerca de todos los castigos que les habían acontecido que era porque-
“hubo una pizca del becerro de oro entre ellos.”- (Thomas Watson)