Desde al año 1808 el castillo de San Fernando de Figueres está en manos de los franceses. Dos años después, Joan Marqués, un joven figuerense, en compañía de sus cuñados, los jóvenes Ginés y Pere Pou y un buen amigo, el estudiante Floreta, idean un audaz plan para retomar su control por los españoles.
Corre el mes de Abril de 1811, y el brigadier Rovira que acampa con sus tropas de migueletes, las del antiguo Tercio del Ampurdán, en las proximidades del lago de Bañolas, recibe la noticia del audaz plan.
A partir de ese momento, el brigadier, acompañado de los valerosos jóvenes escribirá con tinta de héroe, enrojecida por la sangre vertida en el heroico comportamiento de los migueletes, la página más gloriosa de la existencia del castillo de san Fernando, la más grande y bella fortaleza jamás construida en Europa, ignominiosamente rebautizada como La Bella Inútil por los franceses invasores.
Corre el mes de Abril de 1811, y el brigadier Rovira que acampa con sus tropas de migueletes, las del antiguo Tercio del Ampurdán, en las proximidades del lago de Bañolas, recibe la noticia del audaz plan.
A partir de ese momento, el brigadier, acompañado de los valerosos jóvenes escribirá con tinta de héroe, enrojecida por la sangre vertida en el heroico comportamiento de los migueletes, la página más gloriosa de la existencia del castillo de san Fernando, la más grande y bella fortaleza jamás construida en Europa, ignominiosamente rebautizada como La Bella Inútil por los franceses invasores.