El libro revela la guerra y sus laberintos políticos y diplomáticos como
jamás se habían mostrado, a través del análisis de la totalidad de los
papeles de la Cancillería y la "Memoria" realizada por la Junta Militar.
Su relato se basa en una tarea de investigación notable, para la que el
autor no contó con ayuda oficial de ninguna índole.
«Conozco a la Señora Thatcher y sé que es muy decidida, contestará todo
acto de fuerza con más fuerza. (...) Le pediría a mi vicepresidente que
viaje y trate de arreglar esta situación, pero por favor eviten el
conflicto». Ronald Reagan
«Le agradezco pero es tarde, los hechos están lanzados». Leopoldo
Fortunato Galtieri
Galtieri jamás imaginó que 1982 iba a convertirse, por la vía de la
aventura de Malvinas, en el año que cambiaría para siempre la historia
de las últimas décadas. Pensaba que los ingleses jamás iban a mandar su
flota, que los norteamericanos se alinearían con Buenos
Aires, que las islas volverían a tener por siempre la bandera celeste y
blanca y, básicamente, que la guerra de Malvinas le iba a garantizar a
los militares gobernar el país hasta 1989. Se equivocó en todo.
jamás se habían mostrado, a través del análisis de la totalidad de los
papeles de la Cancillería y la "Memoria" realizada por la Junta Militar.
Su relato se basa en una tarea de investigación notable, para la que el
autor no contó con ayuda oficial de ninguna índole.
«Conozco a la Señora Thatcher y sé que es muy decidida, contestará todo
acto de fuerza con más fuerza. (...) Le pediría a mi vicepresidente que
viaje y trate de arreglar esta situación, pero por favor eviten el
conflicto». Ronald Reagan
«Le agradezco pero es tarde, los hechos están lanzados». Leopoldo
Fortunato Galtieri
Galtieri jamás imaginó que 1982 iba a convertirse, por la vía de la
aventura de Malvinas, en el año que cambiaría para siempre la historia
de las últimas décadas. Pensaba que los ingleses jamás iban a mandar su
flota, que los norteamericanos se alinearían con Buenos
Aires, que las islas volverían a tener por siempre la bandera celeste y
blanca y, básicamente, que la guerra de Malvinas le iba a garantizar a
los militares gobernar el país hasta 1989. Se equivocó en todo.