Las historias humanas, insólitas y pintorescas alrededor del torneo de clubes más importante y de mayor tradición en Sudamérica se consignan en este libro único. La Copa Libertadores ha sido escenario de deslumbrantes episodios que han ocurrido en los campos de juego bajo los reflectores y con la mirada atenta de millares de espectadores, pero también muchos otros no menos emocionantes han sucedido en la soledad de pedernal de los vestuarios, en una calle anónima de cualquier ciudad, en un barco a la deriva, en lo alto de una cordillera, en la cancha desvalida de una barriada o en medio de la desmesurada pasión de una tribuna a punto de rasgar el mundo.
La historia del autor del primer gol del torneo, que luego sobrevivió a un naufragio; la del arriero que fue llevado a una final para que inclinara la balanza hacia determinado equipo; el padre y el hijo que se coronaron campeones en el mismo estadio y con el mismo equipo; el hombre que hizo el primer saque del torneo y echó a andar esta alucinante historia; el sacerdote en funciones que fue, a la vez, centro-delantero de un equipo ecuatoriano; el perro que con un mordisco de advertencia detuvo una batalla campal en un partido de semifinales; el jugador que murió unos días antes de ver a su equipo campeón del certamen; el gol más rápido de la Copa, el dolor del primer jugador expulsado; la desdicha de quien marcó el primer autogol; los jugadores que le pegaron al presidente del club porque reforzó el equipo para encarar la Copa y otros relatos, contados con la profundidad y el conocimiento de los hechos —en un tono cómplice con la poesía y en una exquisita prosa— hacen parte de este fabuloso libro que en muchos de sus apartes parece de ficción, pero que se refiere aquello que sólo sucede alrededor de este mágico deporte y en el entorno de un continente en el que la fábula se confunde con la realidad. Y en esa frontera, a veces imperceptible, el autor los ha atrapado y los cuenta en el mejor estilo de las grandes crónicas.
La historia del autor del primer gol del torneo, que luego sobrevivió a un naufragio; la del arriero que fue llevado a una final para que inclinara la balanza hacia determinado equipo; el padre y el hijo que se coronaron campeones en el mismo estadio y con el mismo equipo; el hombre que hizo el primer saque del torneo y echó a andar esta alucinante historia; el sacerdote en funciones que fue, a la vez, centro-delantero de un equipo ecuatoriano; el perro que con un mordisco de advertencia detuvo una batalla campal en un partido de semifinales; el jugador que murió unos días antes de ver a su equipo campeón del certamen; el gol más rápido de la Copa, el dolor del primer jugador expulsado; la desdicha de quien marcó el primer autogol; los jugadores que le pegaron al presidente del club porque reforzó el equipo para encarar la Copa y otros relatos, contados con la profundidad y el conocimiento de los hechos —en un tono cómplice con la poesía y en una exquisita prosa— hacen parte de este fabuloso libro que en muchos de sus apartes parece de ficción, pero que se refiere aquello que sólo sucede alrededor de este mágico deporte y en el entorno de un continente en el que la fábula se confunde con la realidad. Y en esa frontera, a veces imperceptible, el autor los ha atrapado y los cuenta en el mejor estilo de las grandes crónicas.