En la España de principios de 1936, durante la segunda república, existía un clima en muchos sectores de la sociedad de gran desconfianza y descontento. Paralelamente, en el resto de Europa las diferentes potencias se iban posicionando, equipando y preparando el terreno para los turbulentos años venideros. Es en estos momentos cuando los servicios secretos de Gran Bretaña, cuyo gobierno estaba imbuido en una política de apaciguamiento, deciden enviar un agente del SIS a España con la intención de investigar posibles operaciones encubiertas por parte de Hitler y Mussolini.
Peter Hopkins, que a su llegada a Bilbao conocerá a Adela y Luis, contará con la colaboración de un sórdido grupo de navarros. En sus investigaciones irá descubriendo una trama golpista liderada por el gobernador militar de Pamplona, Emilio Mola. Además, comprobará como los diferentes grupos van colocando sus fichas en el tablero.
Sin embargo, no todo saldrá a la luz, ya que algunos inocentes se verán envueltos en las sombras de un juego peligroso que puede conducir a cambiar la historia de todo un continente. El desenlace de la partida dependerá de la capacidad de Hopkins y las personas que le ayudan para completar la misión. Porque España se convirtió, unos meses después, en el campo de pruebas militares para nazis, fascistas y soviéticos. Pero antes de eso, los ríos de sangre ya corrían.
Peter Hopkins, que a su llegada a Bilbao conocerá a Adela y Luis, contará con la colaboración de un sórdido grupo de navarros. En sus investigaciones irá descubriendo una trama golpista liderada por el gobernador militar de Pamplona, Emilio Mola. Además, comprobará como los diferentes grupos van colocando sus fichas en el tablero.
Sin embargo, no todo saldrá a la luz, ya que algunos inocentes se verán envueltos en las sombras de un juego peligroso que puede conducir a cambiar la historia de todo un continente. El desenlace de la partida dependerá de la capacidad de Hopkins y las personas que le ayudan para completar la misión. Porque España se convirtió, unos meses después, en el campo de pruebas militares para nazis, fascistas y soviéticos. Pero antes de eso, los ríos de sangre ya corrían.