Ada, la Rana Dorada, trabajaba con mucho esfuerzo en su negocio de caza y venta de insectos. Al cumplir 9 años, edad en que las ranas ya son ancianas, decide dar una lección y un regalo a sus tres renacuajitos. A cada uno le da un pergamino con un consejo para reflexionar y tres monedas (croanedas) para invertir. Laura y Saponcio no le dan importancia a esto y desperdician el dinero. Pero Renata comprendió el mensaje de su madre, se puso a trabajar, ahorró e invirtió. Así, hizo crecer la empresa, hasta el día en que Ada, la rana dorada, se enfermó. Finalmente, sus hermanos se dan cuenta de la sabiduría de las palabras de su madre y ayudan a su hermana con el negocio familiar, además de dar clases sobre el ahorro a las demás especies.
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