En medio de las celebraciones oficiales de la historia nacional, Adiós a
los próceres asume con arrojo la senda de la contracorriente. Pablo
Montoya, por ello, ha escrito un libro de obligatoria lectura para
quienes quieren curarse de la pedantería marcial y las ridículas
grandezas de la patria.
En compañía de Voltaire me he sumergido en los tiempos de la
Independencia colombiana y he sacado algunas conclusiones. No fue ésta
una época sabia y penetrada por la transparencia. La invadieron, al
contrario, la torpeza, el delirio, el equívoco y una gama variopinta de
valentías. De tal itinerario, hecho de lecturas filtradas por el cedazo
del sarcasmo y la distorsión, surgieron las veintitrés semblanzas que
conforman este libro. Quien llegue a él encontrará una particular mezcla
de información histórica e imaginación literaria.
Adiós a los próceres es una divertida y feroz demolición de la
independencia colombiana. Entre la sátira inteligente y el formato de la
biografía enciclopédica, es este un libro audaz y diferente en la nueva
cuentística colombiana.
los próceres asume con arrojo la senda de la contracorriente. Pablo
Montoya, por ello, ha escrito un libro de obligatoria lectura para
quienes quieren curarse de la pedantería marcial y las ridículas
grandezas de la patria.
En compañía de Voltaire me he sumergido en los tiempos de la
Independencia colombiana y he sacado algunas conclusiones. No fue ésta
una época sabia y penetrada por la transparencia. La invadieron, al
contrario, la torpeza, el delirio, el equívoco y una gama variopinta de
valentías. De tal itinerario, hecho de lecturas filtradas por el cedazo
del sarcasmo y la distorsión, surgieron las veintitrés semblanzas que
conforman este libro. Quien llegue a él encontrará una particular mezcla
de información histórica e imaginación literaria.
Adiós a los próceres es una divertida y feroz demolición de la
independencia colombiana. Entre la sátira inteligente y el formato de la
biografía enciclopédica, es este un libro audaz y diferente en la nueva
cuentística colombiana.