Javier tiene veinte años y vive con su padre y su hermana en una humilde pensión de Flores. Por las noches trabaja en una pizzería por la que se pasean vendedores ambulantes de bolsillos escuálidos, travestis muy maquilladas, turistas incautos y, de vez en cuando, una extraña mujer que intenta venderle objetos usados.
Si bien ya no está en el armario, Javier no les presta mucha atención a los chicos. Sin embargo, una tarde en el centro cultural del barrio, conoce a Luciano, un joven profesor de danza que lo seduce sin ningún pudor.
Si bien ya no está en el armario, Javier no les presta mucha atención a los chicos. Sin embargo, una tarde en el centro cultural del barrio, conoce a Luciano, un joven profesor de danza que lo seduce sin ningún pudor.