DESCRIPCIÓN DEL ARTÍCULO
Con motivo de cumplirse estos días, 40 años desde La Tragedia de Los Andes, ocurrida el Viernes 13 de Octubre de 1972; en este articulo de 83 páginas, 23,000 palabras y 24 ilustraciones (color); el autor repasa sus propios recuerdos como piloto y medico Patagónico, y medita sobre lo mucho publicado en la prensa mundial sobre aquel accidente aeronáutico.
¡Sin dudas fue ese, uno de los accidentes aéreos más comentados en la historia de la aviación civil. - No tanto por el accidente del aeroplano en sí, ni por la cantidad de pasajeros y tripulantes a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya, técnicamente limitado, con techo máximo de 6700 metros, con picos de 7.000 metros de elevación como el Aconcagua interpuesto en su ruta; avión incapaz de sobrevolar una de las cordilleras más altas del mundo, por lo que debía atravesarla; sino por el hecho de que más de dos meses y medio después de haberse dado por muertos a todos; aparecieron 16 sobrevivientes en relativo buen estado de salud. Ese fue el motivo de asombro del mundo! ¿Cómo pudieron sobrevivir tanto tiempo en la nieve, sin agua ni comida? ¡Los sobrevivientes nunca lo ocultaron! Tomaron la decisión grupal de sobrevivir practicando necrofágia.
Pero ese no es el tema de este artículo. - Con frio razonamiento medico y aeronáutico, el autor descubre que en estos 40 años transcurridos, existe un silencio injusto. La necrofagia acaparó toda la atención, y nadie recordó el drama de los pobres tripulantes, al punto que en una reciente conferencia titulada “La Fila 9” uno de los sobrevivientes comentó que para sobrevivir, el factor “suerte” es fundamental y terminó diciendo “No todos tienen la suerte de viajar de La Fila 9 en adelante…El Capitán, el Copiloto y el Navegante viajaban por delante de la fila 9 y ninguno sobrevivió! –
“El Hombre No Fue Creado Para Volar” sostiene el autor; y en forma simple, y cándida, va explicando las limitaciones anatómicas y fisiológicas que el Creador le impuso; y como, con la inteligencia –que si le dió- ha ido creando instrumentos para reemplazar los sentidos especiales que no tiene.
Dice: son asombrosos los adelantos científicos y técnicos logrados en estos últimos 40 años, tanto en la industria aeronáutica como en la medico/hospitalaria, pero advierte que si en vez de ponerlos al servicio del liderazgo humano responsable, continua la tendencia de subordinar al humano a la “endio$ada tecnología”, veremos más accidentes horribles de los que pocos hablan, y los deben hacerlo, o no dicen la verdad, o la dicen tan incompleta que es peor que nada.
Termina sugiriendo que dependiendo de los comentarios que reciba sobre este articulo, “podría” publicar en Kindle, lo que ya bulle en su cabeza sobre accidentes recientes mucho más terribles que aquel de hace 40 años.
Con motivo de cumplirse estos días, 40 años desde La Tragedia de Los Andes, ocurrida el Viernes 13 de Octubre de 1972; en este articulo de 83 páginas, 23,000 palabras y 24 ilustraciones (color); el autor repasa sus propios recuerdos como piloto y medico Patagónico, y medita sobre lo mucho publicado en la prensa mundial sobre aquel accidente aeronáutico.
¡Sin dudas fue ese, uno de los accidentes aéreos más comentados en la historia de la aviación civil. - No tanto por el accidente del aeroplano en sí, ni por la cantidad de pasajeros y tripulantes a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya, técnicamente limitado, con techo máximo de 6700 metros, con picos de 7.000 metros de elevación como el Aconcagua interpuesto en su ruta; avión incapaz de sobrevolar una de las cordilleras más altas del mundo, por lo que debía atravesarla; sino por el hecho de que más de dos meses y medio después de haberse dado por muertos a todos; aparecieron 16 sobrevivientes en relativo buen estado de salud. Ese fue el motivo de asombro del mundo! ¿Cómo pudieron sobrevivir tanto tiempo en la nieve, sin agua ni comida? ¡Los sobrevivientes nunca lo ocultaron! Tomaron la decisión grupal de sobrevivir practicando necrofágia.
Pero ese no es el tema de este artículo. - Con frio razonamiento medico y aeronáutico, el autor descubre que en estos 40 años transcurridos, existe un silencio injusto. La necrofagia acaparó toda la atención, y nadie recordó el drama de los pobres tripulantes, al punto que en una reciente conferencia titulada “La Fila 9” uno de los sobrevivientes comentó que para sobrevivir, el factor “suerte” es fundamental y terminó diciendo “No todos tienen la suerte de viajar de La Fila 9 en adelante…El Capitán, el Copiloto y el Navegante viajaban por delante de la fila 9 y ninguno sobrevivió! –
“El Hombre No Fue Creado Para Volar” sostiene el autor; y en forma simple, y cándida, va explicando las limitaciones anatómicas y fisiológicas que el Creador le impuso; y como, con la inteligencia –que si le dió- ha ido creando instrumentos para reemplazar los sentidos especiales que no tiene.
Dice: son asombrosos los adelantos científicos y técnicos logrados en estos últimos 40 años, tanto en la industria aeronáutica como en la medico/hospitalaria, pero advierte que si en vez de ponerlos al servicio del liderazgo humano responsable, continua la tendencia de subordinar al humano a la “endio$ada tecnología”, veremos más accidentes horribles de los que pocos hablan, y los deben hacerlo, o no dicen la verdad, o la dicen tan incompleta que es peor que nada.
Termina sugiriendo que dependiendo de los comentarios que reciba sobre este articulo, “podría” publicar en Kindle, lo que ya bulle en su cabeza sobre accidentes recientes mucho más terribles que aquel de hace 40 años.