Las enfermedades hepáticas son con frecuencia la consecuencia de una alteración energética general, pues este extraordinario órgano solamente enferma cuando no se encuentra respaldado por la energía del organismo que le alberga. Dotado de una capacidad vital que sobrepasa la de cualquier otra parte o sistema corporal, es capaz de seguir cumpliendo su misión incluso aunque solamente disponga de un 20% de sus recursos. Por eso, “enfermar del hígado” no es una frase correcta, y deberíamos hablar de enfermedad orgánica que afecta al hígado.
Paralelamente a este desorden energético, la vesícula biliar es nuevamente la víctima de una mala condición general, aunque intenta cumplir su sencilla misión a pesar de que todo se pone en su contra. De este modo, lo habitual es que quien padezca del hígado padezca igualmente de vesícula biliar, lo que implica que el tratamiento debe ir dirigido a restaurar ambas funciones.
Por eso, para lograr que ambos órganos, hígado y vesícula biliar, puedan volver a funcionar correctamente, deberemos acudir a los postulados de la medicina cuántica, un sistema que ha revolucionado el mundo de los tratamientos médicos, sean naturales o químicos, al contemplar las enfermedades como un desequilibrio energético que se debe restaurar. Una vez logrado, la regeneración celular comenzará a efectuar el proceso curativo, aunque la mayoría de las veces se hará necesaria una ayuda, bien sea mediante elementos naturales, productos químicos en ocasiones o psicoterapia energética.
Para cubrir y simplificar las necesidades del lector, en el último capítulo de este libro se detallan, además de los consejos cuánticos, los diversos productos naturales disponibles, recomendando al lector interesado a que emplee tantos como necesite, pues no siempre la resolución de las enfermedades puede lograrse con uno solo de ellos.
Paralelamente a este desorden energético, la vesícula biliar es nuevamente la víctima de una mala condición general, aunque intenta cumplir su sencilla misión a pesar de que todo se pone en su contra. De este modo, lo habitual es que quien padezca del hígado padezca igualmente de vesícula biliar, lo que implica que el tratamiento debe ir dirigido a restaurar ambas funciones.
Por eso, para lograr que ambos órganos, hígado y vesícula biliar, puedan volver a funcionar correctamente, deberemos acudir a los postulados de la medicina cuántica, un sistema que ha revolucionado el mundo de los tratamientos médicos, sean naturales o químicos, al contemplar las enfermedades como un desequilibrio energético que se debe restaurar. Una vez logrado, la regeneración celular comenzará a efectuar el proceso curativo, aunque la mayoría de las veces se hará necesaria una ayuda, bien sea mediante elementos naturales, productos químicos en ocasiones o psicoterapia energética.
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