Cuando vi este gran libro de Cristóbal Peña y Lillo, se me cruzó un pensamiento: vivimos ignorando la verdad con la ilusión de ser lo que no somos
Hace unos meses estuve en casa de Cristóbal, en la sierra de Mendoza, cerca de esas montañas que hablan de luz. Me sentí conectado con su pensamiento, con su increíble universo de preguntas y respuestas. En cada pregunta que leí, me observe y en cada respuesta me encontré, sentí que era yo acercándome a mi esencia, deshaciendo mi apariencia.
Cuando llegué a mi México querido, mis hermanos, mis amigos, me miraron como siempre me miran, con amor, y luego me preguntaron qué pasó. Les dije “nada, sólo he hallado respuestas a las preguntas que se hace todo el mundo, así que de regalo les traigo este maravilloso manuscrito de Cristóbal Peña y Lillo, Millo ‘Mi amigo’, para que muchos encuentren la luz en sus vidas a través de respuestas muy sencillas pero de una gran verdad”.
Fue maravilloso compartir esta aventura de soltar; soltar las ideas, la imagen, el pensamiento, los apegos, las costumbres, los miedos y la necesidad. Por eso, si todo es un sueño, soñemos que vamos soltando, que vamos avanzando y que en cada cosa que vivimos tendremos una pregunta para plantearnos a la que, de a poco, le iremos encontrando su respuesta.
Adentrarse en estas magníficas páginas de Cristóbal Peña y Lillo, es sentirse un poco como esos niños que van soltando todo tipo de preguntas a sus papás, preguntas que al principio parecen no tener respuesta, pero que con el paso de las vivencias, de la dificultades, de las alegrías, de los aprendizajes, irán encontrando su propia luz.
Desde el corazón, Solar Ram…
Hace unos meses estuve en casa de Cristóbal, en la sierra de Mendoza, cerca de esas montañas que hablan de luz. Me sentí conectado con su pensamiento, con su increíble universo de preguntas y respuestas. En cada pregunta que leí, me observe y en cada respuesta me encontré, sentí que era yo acercándome a mi esencia, deshaciendo mi apariencia.
Cuando llegué a mi México querido, mis hermanos, mis amigos, me miraron como siempre me miran, con amor, y luego me preguntaron qué pasó. Les dije “nada, sólo he hallado respuestas a las preguntas que se hace todo el mundo, así que de regalo les traigo este maravilloso manuscrito de Cristóbal Peña y Lillo, Millo ‘Mi amigo’, para que muchos encuentren la luz en sus vidas a través de respuestas muy sencillas pero de una gran verdad”.
Fue maravilloso compartir esta aventura de soltar; soltar las ideas, la imagen, el pensamiento, los apegos, las costumbres, los miedos y la necesidad. Por eso, si todo es un sueño, soñemos que vamos soltando, que vamos avanzando y que en cada cosa que vivimos tendremos una pregunta para plantearnos a la que, de a poco, le iremos encontrando su respuesta.
Adentrarse en estas magníficas páginas de Cristóbal Peña y Lillo, es sentirse un poco como esos niños que van soltando todo tipo de preguntas a sus papás, preguntas que al principio parecen no tener respuesta, pero que con el paso de las vivencias, de la dificultades, de las alegrías, de los aprendizajes, irán encontrando su propia luz.
Desde el corazón, Solar Ram…