A medida que la rebelión americana fue aumentando en intensidad y la guerra su crudeza, los crímenes contra la población española se hicieron más frecuentes y los genocidios en masa cobraron inusitada intensidad. Simultáneamente, la guerra contra Napoleón en la Península adquirió dimensiones extraordinarias hasta el punto en que prácticamente toda la población española se vio envuelta en ella. Esta circunstancia fue aprovechada por los rebeldes americanos para subvertir el orden constituido, al amparo de la imposibilidad de las Juntas de dar una respuesta adecuada al reto revolucionario. Pero no todo fue revolución, sino también contra-revolución. Mientras en la Nueva Granada se vivía lo que fue dado en llamar "la Patria boba", en Venezuela se levantaron fuerzas realistas capaces de derrotar a los insurgentes con igual ferocidad que la que éstos aplicaban. Tale fue el caso de Boves y Monteverde, quienes dieron respuesta a la crueldad de Bolívar y de otros insurrectos que a pie juntillas obedecían la "Guerra a Muerte" decretada por Simón Bolívar. No obstante, la eventual derrota napoleónica propició el encargo que Fernando VII le hiciera a Pablo Morillo de desembarcar en Costa Firme y pacificar los territorios de Venezuela y la Nueva Granada. Pablo Morillo encarga la peor Leyenda Negra española en esta parte de América; pero el lector se asombrará de la evidencia mostrada de que este general, lejos de ser el monstruo que nos lo pintan, fue un hombre caballeroso que aplicó la ley a quien tuvo qué aplicársela, sin olvidar de montar juicios que, aunque sumarios, daban garantías de defensa a los cabecillas de la insurrección. Este libro está, pues, diseñado para que tanto españoles como americanos comprendan la verdadera historia de la Independencia de América y desechen los mitos que se han tejido en torno a ella. Este segundo volumen termina con la reconquista y pacificación de Venezuela y la Nueva Granada; es decir, con el retorno a la Ley y al Orden impuestos por España y saludados por todos sus habitantes.
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