Este libro pretende dar una impresión íntima de lo vivido en los últimos días de las guerras de independencia de Colombia y Venezuela y, en últimas, pretende dar una visión mucho más clara de lo que ocurría en aquellos dos países que lo que suelen narrar las historias oficialistas que, más que Historia, parecen historietas contadas para niños y no para adultos. Es decir, el libro despeja todas las mentiras que se han contado sobre Simón Bolívar y quienes emprendieron la secesión de las antiguas provincias españolas en América. Es más, los esfuerzos que hizo Bolívar para entregar porciones de estos suelos al dominio británico y al de los Estados Unidos. Dejo, pues, a criterio del lector el juicio final sobre lo que aquí presento. Sobra decir que mis juicios personales están claramente relacionados con el propio pensamiento y experiencias de don Joaquín de Mosquera y Figueroa, quien se sienta con don Fernando VII a narrarle cándidamente al Rey su propio parecer sobre las verdaderas motivaciones de los "libertadores", su crueldad y las terribles guerras que asolaron estas tierras. El lector se sorprenderá de la manera que presento a nuestros «libertadores», desnudos de ropajes embellecedores, tal y como fueron vistos, tal y como ellos mismos se presentaron a sus contemporáneos y ante la verdadera historia de América. Mi compromiso no es otro, pues, que con la verdad histórica, así ésta no guste en determinados ámbitos académicos de incuestionable sesgo favorable, ya no sólo a la Independencia, que yo llamo secesión, sino a los personajes mismos, revestidos de ropas blancas e inmaculadas y coronas de laureles con aureolas de santidad.
Así, pues, en mis libros no hay, propiamente, héroes; hay hombres de carne y hueso, manchados casi todos con ambiciones personalistas y ansias de poder; manchados casi todos con crímenes atroces y de lesa humanidad; obsesionados casi todos con ideas de libertad que sólo se concretaron en ejercicios de dictadura; dominados casi todos por un idealismo romántico cuyo mayor asidero estaba en la fundación de repúblicas aéreas y, compartiéndolo todo, el odio visceral a España y a sus instituciones, tras cuyo derrocamiento se encontraba la principal motivación de Bolívar: abandonar la propia Madre Patria para buscar una madrastra: Inglaterra.
Así, pues, en mis libros no hay, propiamente, héroes; hay hombres de carne y hueso, manchados casi todos con ambiciones personalistas y ansias de poder; manchados casi todos con crímenes atroces y de lesa humanidad; obsesionados casi todos con ideas de libertad que sólo se concretaron en ejercicios de dictadura; dominados casi todos por un idealismo romántico cuyo mayor asidero estaba en la fundación de repúblicas aéreas y, compartiéndolo todo, el odio visceral a España y a sus instituciones, tras cuyo derrocamiento se encontraba la principal motivación de Bolívar: abandonar la propia Madre Patria para buscar una madrastra: Inglaterra.