No es nada extraño que Amarilis Presilla haya titulado sus memorias: “Algunas veces me gustaría sentarme y llorar”. Los recuerdos pueden ser muy dolorosos cuando ella mira hacia atrás y ve la sucesión de penas y maltratos que ha conocido, no solamente dentro de su familia sino también de todos los cubanos. Desde su llegada a los Estados Unidos desde la isla de Cuba en un vuelo directo siete años atrás, ella ha escrito una parte de las cosas que tuvo que vivir allí, reviviendo lo bueno y lo malo.
Su idílica niñez en su pequeño pueblo dentro de un valle con un río llamado Mayarí que duró muy poco tiempo. Una enorme creciente del río arrasó con todo, en conjunto con un fenómeno politico llamado Fidel Castro. Este libro es una historia épica de amor, familia, lucha por la supervivencia, por el propio desarrollo intelectual, y también de callada rebelión y desprecio a un régimen político. Al final la salida y la reunión con toda su familia. Amarilis Presilla ahora comparte su historia con ustedes.
—Jack Silbert, Hudson Reporter.
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