En el amor, no hay una sola posición. Hay dos. Hay personas que nacieron
para ser amadas y otras para ser eternos amantes. Hay amados masculinos
y amados femeninos. Hay amantes hombres y amantes mujeres. Ser amado o
amante no tiene nada que ver con el estado civil, ni siquiera con la
legalidad del vínculo.
Juego de roles, historias de pasiones desatadas y corazones incendiados.
En Amados y amantes, Esther Feldman, autora de la exitosa tira «Lalola»,
ganadora del Martín Fierro de Oro, regresa al universo sentimental que
ya había abordado en «La pasión a los 40» para contarnos con humor y
delicadeza implacable las historias más insólitas y realistas del mundo
del corazón. ¿Manual de autoayuda, ficción costumbrista o cruda verdad?
En este libro hay obsesivos que sólo buscan palabras de amor, farsantes
que prometen mundos de fantasía, almas conmovedoras, historias tristes y
finales felices. En el fondo, historias para que nos identifiquemos.
Porque todos fuimos, somos o seremos amados o amantes en alguna
relación... Ahora, decime la verdad: vos... ¿qué posición elegís?
para ser amadas y otras para ser eternos amantes. Hay amados masculinos
y amados femeninos. Hay amantes hombres y amantes mujeres. Ser amado o
amante no tiene nada que ver con el estado civil, ni siquiera con la
legalidad del vínculo.
Juego de roles, historias de pasiones desatadas y corazones incendiados.
En Amados y amantes, Esther Feldman, autora de la exitosa tira «Lalola»,
ganadora del Martín Fierro de Oro, regresa al universo sentimental que
ya había abordado en «La pasión a los 40» para contarnos con humor y
delicadeza implacable las historias más insólitas y realistas del mundo
del corazón. ¿Manual de autoayuda, ficción costumbrista o cruda verdad?
En este libro hay obsesivos que sólo buscan palabras de amor, farsantes
que prometen mundos de fantasía, almas conmovedoras, historias tristes y
finales felices. En el fondo, historias para que nos identifiquemos.
Porque todos fuimos, somos o seremos amados o amantes en alguna
relación... Ahora, decime la verdad: vos... ¿qué posición elegís?