Lo último que necesitaba Markus era una compañera, su vida ya era lo suficiente complicada sin tener que añadir una mujer a tal ecuación, y cuando esta apareció en su camino bajo una apariencia sosa y más bien anodina supo que su destino estaba sellado. No importaba que él no deseara una compañera, que intentara alejarla con cada aliento, al final del día eran sus instintos los que mandaban y estos solo la deseaban a ella.
Lexandra no podía creía que el día pudiese ir a peor, en cuestión de horas había sido despedida de su trabajo, utilizada como rehén en el atraco a una pequeña sucursal bancaria solo para ser salvada in extremis por el hombre más extraño y dominante que hubiese conocido, el único capaz de incendiar su pasión con tan solo una mirada.
Atada a Mark por una estúpida marca en su cuerpo, deberá luchar por liberarse de ese increíble hombre o rendirse a sus caricias.
Cuando el felino ronronea, la pasión llena el aire...
Lexandra no podía creía que el día pudiese ir a peor, en cuestión de horas había sido despedida de su trabajo, utilizada como rehén en el atraco a una pequeña sucursal bancaria solo para ser salvada in extremis por el hombre más extraño y dominante que hubiese conocido, el único capaz de incendiar su pasión con tan solo una mirada.
Atada a Mark por una estúpida marca en su cuerpo, deberá luchar por liberarse de ese increíble hombre o rendirse a sus caricias.
Cuando el felino ronronea, la pasión llena el aire...