El amor ya no es lo que era. Las tecnologías y las redes sociales nos permiten llegar a una gran infinidad de personas en solo cuestión de segundos.
Lo cual, hace que podamos conocer cada día a miles de personas que coincidan con nosotros en gustos y pasiones.
Por ello, cada vez es más difícil encontrar la estabilidad en las parejas, sumergidas en relaciones donde los celos y el control tienen un papel protagonista.
De este modo, el amor se ha convertido en un arma de “juego”, donde sólo los más valientes, los que arriesgan hasta la última mano, ganan la partida.
Queda muy poco amor de calidad y cada vez es más difícil encontrarlo.
Encontrar amor real se ha convertido en la octava maravilla del mundo y, de ser encontrado, es merecedor de ser catalogado como el octavo arte. Hay libros de amor, de desamor y otros simplemente hablan de lo que es la vida y cómo afrontarla. Creo que este reúne las tres condiciones.
Lo cual, hace que podamos conocer cada día a miles de personas que coincidan con nosotros en gustos y pasiones.
Por ello, cada vez es más difícil encontrar la estabilidad en las parejas, sumergidas en relaciones donde los celos y el control tienen un papel protagonista.
De este modo, el amor se ha convertido en un arma de “juego”, donde sólo los más valientes, los que arriesgan hasta la última mano, ganan la partida.
Queda muy poco amor de calidad y cada vez es más difícil encontrarlo.
Encontrar amor real se ha convertido en la octava maravilla del mundo y, de ser encontrado, es merecedor de ser catalogado como el octavo arte. Hay libros de amor, de desamor y otros simplemente hablan de lo que es la vida y cómo afrontarla. Creo que este reúne las tres condiciones.