¡Temporalmente a sólo 4,99! Precio normal 6,99. (Casi 340 páginas en tapa blanda)
Estás frente a una colección que incluye 3 libros escritos por Susana Torres:
- Suya: Trofeo y Perdición del Millonario.
- Caído del Cielo: Romance con el Padre Soltero Millonario.
- Mójame: Segunda Oportunidad con el Atleta de Élite y Padre Soltero.
A continuación te dejo las descripciones de los 3 libros:
Suya:
Eva: Hay un problema. A mis 21 años me veo sola en casa, con facturas que pagar y una hermana pequeña a la que proteger. Y mi mejor oferta es “vender mi cuerpo” para convertirme en la “esposa trofeo” de un millonario, Julio. Maldigo el día en que mi padre decidió darse a las drogas y terminó en la cárcel. ¿Qué alternativas tengo? Si he sabido crecer sin madre y con un padre así, un hombre con dinero no podrá anularme igualmente. Sé defenderme. O eso pensaba, hasta que comencé a ver al hombre detrás de esa fría capa de seriedad.
Julio: Yo quería una mujer trofeo para satisfacer mis necesidades más íntimas, pero terminó siendo una oleada de calor que desató algo en mí que creía ya olvidado. Afecto. No quiero pensar que es amor. Yo, que siempre he sido controlador, dominante, y la máxima autoridad, me veo ahora en la siguiente tesitura; puedo poseer el cuerpo de Eva cuando quiera, o puedo amarla. Pero no me dejará tener las dos cosas.
Hay un contrato sobre la mesa, pero aún no está firmado.
Caído del Cielo:
Juan Duarte es tan millonario como padre soltero. Las habitaciones de su finca guardan un silencio que sólo su hijo rompe con sus pequeños pasitos.
Mientras tanto a Mar, periodista empedernida, le asignan una entrevista con el Señor Duarte para hablar sobre su éxito en la vida. Al acabar la entrevista Mar encontró sentimientos encontrados en su corazón; admiración y dolor. Duarte había perdido a su pareja, hacía años, en un accidente de coche. No dio más detalles.
Como buena periodista, ya en su casa, una búsqueda documental en internet le confirmó la historia. Un puente roto, un coche hundido en el agua, y un hombre que sólo podía sacar a una persona a la superficie a tiempo; su hijo o su mujer.
A la mañana siguiente, pero, Mar recibió una carta y un ramo de flores. No había terminado de leer el mensaje en el sobre rosa, pero las lágrimas de emoción ya resbalaban por sus mejillas. Quizás al final si pudiese tener a su príncipe azul.
Mójame:
Mi nombre es Claudia y me gano la vida masajeando tíos buenos por dinero.
Concretamente, atletas. Y como verás, eso tiene un lado bueno y uno malo.
Hasta que llegó Erik.
Un nadador de élite, y a su vez, un padre soltero. Ser su fisioterapeuta no era un trabajo fácil. Su comportamiento de cretino y su ego redomado no ayudaban en absoluto. Aún así, no era difícil darse cuenta de que, con su pequeñaja, el hombre era un trozo de pan.
Lo odiaba, y a la vez, lo deseaba. Se suponía que rechazarlo iba a ser fácil, sobretodo considerando que no podía salir con clientes. Pero esa sonrisa canalla, ese instinto paternal, y porqué no, esos abdominales que ya había tocado, eran una combinación difícil de rechazar.
Por el otro lado…
Mi nombre es Erik, y yo tengo tres pasiones en la vida: La natación, mi hija y disfrutar de lo que queda. Sin embargo, Claudia amenazaba los líos de una noche. No sólo no parecía importare mi hija, sino que por algún motivo conseguía aguantar mi actitud de cretino insoportable.
Nunca tuve que invitarle a que nadase conmigo.
O quizás fue una lástima no haber podido hacerlo antes.
¿Será esto eso que llaman “sentar la cabeza”?
Estás frente a una colección que incluye 3 libros escritos por Susana Torres:
- Suya: Trofeo y Perdición del Millonario.
- Caído del Cielo: Romance con el Padre Soltero Millonario.
- Mójame: Segunda Oportunidad con el Atleta de Élite y Padre Soltero.
A continuación te dejo las descripciones de los 3 libros:
Suya:
Eva: Hay un problema. A mis 21 años me veo sola en casa, con facturas que pagar y una hermana pequeña a la que proteger. Y mi mejor oferta es “vender mi cuerpo” para convertirme en la “esposa trofeo” de un millonario, Julio. Maldigo el día en que mi padre decidió darse a las drogas y terminó en la cárcel. ¿Qué alternativas tengo? Si he sabido crecer sin madre y con un padre así, un hombre con dinero no podrá anularme igualmente. Sé defenderme. O eso pensaba, hasta que comencé a ver al hombre detrás de esa fría capa de seriedad.
Julio: Yo quería una mujer trofeo para satisfacer mis necesidades más íntimas, pero terminó siendo una oleada de calor que desató algo en mí que creía ya olvidado. Afecto. No quiero pensar que es amor. Yo, que siempre he sido controlador, dominante, y la máxima autoridad, me veo ahora en la siguiente tesitura; puedo poseer el cuerpo de Eva cuando quiera, o puedo amarla. Pero no me dejará tener las dos cosas.
Hay un contrato sobre la mesa, pero aún no está firmado.
Caído del Cielo:
Juan Duarte es tan millonario como padre soltero. Las habitaciones de su finca guardan un silencio que sólo su hijo rompe con sus pequeños pasitos.
Mientras tanto a Mar, periodista empedernida, le asignan una entrevista con el Señor Duarte para hablar sobre su éxito en la vida. Al acabar la entrevista Mar encontró sentimientos encontrados en su corazón; admiración y dolor. Duarte había perdido a su pareja, hacía años, en un accidente de coche. No dio más detalles.
Como buena periodista, ya en su casa, una búsqueda documental en internet le confirmó la historia. Un puente roto, un coche hundido en el agua, y un hombre que sólo podía sacar a una persona a la superficie a tiempo; su hijo o su mujer.
A la mañana siguiente, pero, Mar recibió una carta y un ramo de flores. No había terminado de leer el mensaje en el sobre rosa, pero las lágrimas de emoción ya resbalaban por sus mejillas. Quizás al final si pudiese tener a su príncipe azul.
Mójame:
Mi nombre es Claudia y me gano la vida masajeando tíos buenos por dinero.
Concretamente, atletas. Y como verás, eso tiene un lado bueno y uno malo.
Hasta que llegó Erik.
Un nadador de élite, y a su vez, un padre soltero. Ser su fisioterapeuta no era un trabajo fácil. Su comportamiento de cretino y su ego redomado no ayudaban en absoluto. Aún así, no era difícil darse cuenta de que, con su pequeñaja, el hombre era un trozo de pan.
Lo odiaba, y a la vez, lo deseaba. Se suponía que rechazarlo iba a ser fácil, sobretodo considerando que no podía salir con clientes. Pero esa sonrisa canalla, ese instinto paternal, y porqué no, esos abdominales que ya había tocado, eran una combinación difícil de rechazar.
Por el otro lado…
Mi nombre es Erik, y yo tengo tres pasiones en la vida: La natación, mi hija y disfrutar de lo que queda. Sin embargo, Claudia amenazaba los líos de una noche. No sólo no parecía importare mi hija, sino que por algún motivo conseguía aguantar mi actitud de cretino insoportable.
Nunca tuve que invitarle a que nadase conmigo.
O quizás fue una lástima no haber podido hacerlo antes.
¿Será esto eso que llaman “sentar la cabeza”?