Cuando en lugar del chico huérfano que pretendían adoptar, Ana Shirley, una niña pelirroja de once años, aparece en las vidas de Marilla y Matthew Cuthbert, dos hermanos solteros que viven en su casa familiar de Tejas Verdes, en el pequeño pueblo de Avonlea, sus vidas y las de cuantos la rodean cambiarán para siempre. Con su vivacidad, risas y lágrimas, y sobre todo su alegría e imaginación, Ana conseguirá formar parte, por primera vez en su vida, de una familia, y tener un lugar al que podrá llamar hogar para siempre.
Ambientada a principios del siglo XX, en un lugar tan mágico como Prince Edward Island, en Canadá, Ana, la de Tejas Verdes nos llevará a través de los ojos de esta despierta e inocente niña a sentir el mundo como algo totalmente nuevo, a emocionarnos y reirnos con sus ocurrencias, y en definitiva, a ver la vida desde un prisma más positivo y estimulante. Esta obra, al igual que toda la serie de Ana Shirley, conjuga los valores de la vida rural y la familia con las cuestiones universales que todos nos plantearnos en algún momento, como la pertenencia a una tierra, el valor de la amistad o la esencia del amor.
Ambientada a principios del siglo XX, en un lugar tan mágico como Prince Edward Island, en Canadá, Ana, la de Tejas Verdes nos llevará a través de los ojos de esta despierta e inocente niña a sentir el mundo como algo totalmente nuevo, a emocionarnos y reirnos con sus ocurrencias, y en definitiva, a ver la vida desde un prisma más positivo y estimulante. Esta obra, al igual que toda la serie de Ana Shirley, conjuga los valores de la vida rural y la familia con las cuestiones universales que todos nos plantearnos en algún momento, como la pertenencia a una tierra, el valor de la amistad o la esencia del amor.