En este libro nos ocuparemos de los descubrimientos más recientes sobre el Homo Sapiens, sus ancestros y sus parientes más próximos; no es pues la historia necesariamente de estas especies desde que fueron descubiertas, es más bien, principalmente la forma como la ciencia, en los últimos años, con la ayuda de la más sofisticada tecnología, por ejemplo del ADN, comienza a desenmarañar los misterios de la evolución del Homus o Sapiens; estos nuevos descubrimientos nos llevan, no solo al camino que efectivamente siguió el Homo Sapiens hasta convertirse literalmente en lo que ahora es, sino también a los callejones sin salida y caminos truncados que especies relacionadas al Homo Sapiens siguieron sin poder encontrar el éxito evolutivo, esto es la extinción. En este punto aclararemos que no es solo de lo nuevo que hay sobre las especies cercanas al Homus Sapiens que aquí hablaremos sino también de los descubrimientos recientes que marcan la senda que recorrió el Homus Sapiens en sus inicios y que lo hicieron ser quién es, por ejemplo la ruta migratoria que marcó su expansión por el mundo y como se relacionó con otras especies Homus con las que compitió y tal vez eliminó.
Entre estas especies destaca el Hombre de Neandertal, la única especie Homus, que alcanzó algún nivel cognitivo, quien posiblemente tenía lenguaje y que incluso honraba a sus muertos. Sin embargo, el Neandertal no es la única especie de Homus de la que se han ido develando secretos, lo están también, por ejemplo, los concernientes al Austropitecus seida y los Hobbits.
El hombre de Neandertal es una especie extinta del género Homo que habitó Europa y partes de Asia occidental desde hace 230 000 hasta 28 000 años atrás. Llegó a convivir con el hombre de Cromañón, primeros hombres modernos en Europa. La comparación del genoma de los neandertales y los humanos modernos apunta a un origen común de las dos especies y a una hibridación posterior entre ellas hace unos 100 000 años.
Anatómicamente los neandertales eran robustos, con un tórax ancho y extremidades cortas. El cráneo muestra una ausencia de mentón y una capacidad craneal comparable o superior a la de los hombres modernos. Los estudios anatómicos y genéticos no han descartado que poseyeran la facultad del lenguaje hablado.
Los neandertales eran omnívoros y posiblemente practicaban el canibalismo. Se desconocen las causas exactas de su extinción; se cree se debió a la expansión del Homo Sapiens Sapiens en Eurasia, o por los cambios ambientales ligados a cambios de clima.
El término «hombre de Neanderthal») fue propuesto en 1863 por el geólogo William King en una conferencia de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia; etimológicamente viene de la palabra alemana «Thal», que significa 'valle'. Se le descubrió en Alemania, en el valle de Neander. Nombrado así en honor del compositor y teólogo Joachim Neander.
El descubrimiento del genoma completo del neandertal ha establecido que los humanos se dividieron de los neandertales y de los denisovanos hace 571 000 años, mientras que los neandertales y los denisovanos se separaron hace 381 000 años.
Se ha estimado que la población neandertal fue más o menos constante durante los 200.000 años que existieron y era sólo de unos 7.000 individuos en todo el continente europeo.
Los genomas de Homo Sapiens y Homo Neanderthalensis tienen casi el mismo tamaño y coinciden en un 99,7 %. Se sabe que podían ser pelirrojos. El grado de diferencia filogenética entre los neandertales y los humanos modernos confirma que los primeros no eran antepasados directos de Homus Sapiens, pero ambas especies tenían antepasados comunes. El análisis del genoma nuclear apunta a un aporte neandertal al acervo genético de los humanos modernos. Se calcula en un 20% la cantidad total del genoma neandertal que ha sobrevivido en humanos modernos. Muchas enfermedades tienen su origen en esta hibridación. Se piensa que los humanos y neandertales eran casi «biológicamente incompatibles».
Entre estas especies destaca el Hombre de Neandertal, la única especie Homus, que alcanzó algún nivel cognitivo, quien posiblemente tenía lenguaje y que incluso honraba a sus muertos. Sin embargo, el Neandertal no es la única especie de Homus de la que se han ido develando secretos, lo están también, por ejemplo, los concernientes al Austropitecus seida y los Hobbits.
El hombre de Neandertal es una especie extinta del género Homo que habitó Europa y partes de Asia occidental desde hace 230 000 hasta 28 000 años atrás. Llegó a convivir con el hombre de Cromañón, primeros hombres modernos en Europa. La comparación del genoma de los neandertales y los humanos modernos apunta a un origen común de las dos especies y a una hibridación posterior entre ellas hace unos 100 000 años.
Anatómicamente los neandertales eran robustos, con un tórax ancho y extremidades cortas. El cráneo muestra una ausencia de mentón y una capacidad craneal comparable o superior a la de los hombres modernos. Los estudios anatómicos y genéticos no han descartado que poseyeran la facultad del lenguaje hablado.
Los neandertales eran omnívoros y posiblemente practicaban el canibalismo. Se desconocen las causas exactas de su extinción; se cree se debió a la expansión del Homo Sapiens Sapiens en Eurasia, o por los cambios ambientales ligados a cambios de clima.
El término «hombre de Neanderthal») fue propuesto en 1863 por el geólogo William King en una conferencia de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia; etimológicamente viene de la palabra alemana «Thal», que significa 'valle'. Se le descubrió en Alemania, en el valle de Neander. Nombrado así en honor del compositor y teólogo Joachim Neander.
El descubrimiento del genoma completo del neandertal ha establecido que los humanos se dividieron de los neandertales y de los denisovanos hace 571 000 años, mientras que los neandertales y los denisovanos se separaron hace 381 000 años.
Se ha estimado que la población neandertal fue más o menos constante durante los 200.000 años que existieron y era sólo de unos 7.000 individuos en todo el continente europeo.
Los genomas de Homo Sapiens y Homo Neanderthalensis tienen casi el mismo tamaño y coinciden en un 99,7 %. Se sabe que podían ser pelirrojos. El grado de diferencia filogenética entre los neandertales y los humanos modernos confirma que los primeros no eran antepasados directos de Homus Sapiens, pero ambas especies tenían antepasados comunes. El análisis del genoma nuclear apunta a un aporte neandertal al acervo genético de los humanos modernos. Se calcula en un 20% la cantidad total del genoma neandertal que ha sobrevivido en humanos modernos. Muchas enfermedades tienen su origen en esta hibridación. Se piensa que los humanos y neandertales eran casi «biológicamente incompatibles».
