Pronto se cumplirá el tiempo de la profecía, una profecía que fue escrita por los dioses de la luz desde el inicio de los tiempos:
“Cuando la sangre moje los campos de Sibaev, cuando las huestes infernales ataquen los reinos de la humanidad… el corazón de los hombres será puesto a prueba. Aunque el mundo parezca desmoronarse, llegarán diez pequeñas luces de esperanza para llevar a las cuatro dimensiones a una era de paz sin precedentes.”
“Sabios, entre los humanos, deberán leer los signos de los tiempos, y entonces deberán ver hacia los jóvenes. Diez niños que carecen de malicia, en los que los dioses depositarán toda su confianza. Los hermanos celestiales, los Paladines, rasgarán los cielos y la tierra para purificar el mundo que les fue otorgado…”
Ese es un fragmento de la Profecía de la Esperanza. Las palabras que casi todos los hombres han olvidado con el paso de los siglos, justo antes de que esa enorme prueba se presente.
“Cuando la sangre moje los campos de Sibaev, cuando las huestes infernales ataquen los reinos de la humanidad… el corazón de los hombres será puesto a prueba. Aunque el mundo parezca desmoronarse, llegarán diez pequeñas luces de esperanza para llevar a las cuatro dimensiones a una era de paz sin precedentes.”
“Sabios, entre los humanos, deberán leer los signos de los tiempos, y entonces deberán ver hacia los jóvenes. Diez niños que carecen de malicia, en los que los dioses depositarán toda su confianza. Los hermanos celestiales, los Paladines, rasgarán los cielos y la tierra para purificar el mundo que les fue otorgado…”
Ese es un fragmento de la Profecía de la Esperanza. Las palabras que casi todos los hombres han olvidado con el paso de los siglos, justo antes de que esa enorme prueba se presente.