Nunca nos paramos a preguntarnos si creemos o no en el destino. Para ser honestos, la mayoría ni siquiera nos lo planteamos. Pero lo que tengo claro es que, de haberme parado a pensar, nunca hubiera imaginado que el mío sería aquel.
Todo empezó cuando el compartimento de aquel avión se abrió, y me di cuenta que la Teoría de la Evolución de Darwin tenía una gran laguna, ya que solo contempló la existencia de humanos sobre la tierra. Humanos que, por supuesto, creen en el bien y el mal.
La apertura de aquel compartimento me hizo descubrir que el bien y el mal existen por unas razones concretas que en absoluto están en nuestras manos, que la humanidad sigue existiendo gracias a esas razones, y mi destino quedó ligado a un mundo de ángeles y demonios, de guerras entre especies que creí inexistentes excepto en libros de ficción, me quedé desarmada ante mi verdadera vida, descubriendo que la que había tenido hasta ese momento, solo había sido una obra de teatro perfectamente ensayada.
Jamás penséis que lo que veis es lo único que hay.
Bienvenidos a mi mundo.
Todo empezó cuando el compartimento de aquel avión se abrió, y me di cuenta que la Teoría de la Evolución de Darwin tenía una gran laguna, ya que solo contempló la existencia de humanos sobre la tierra. Humanos que, por supuesto, creen en el bien y el mal.
La apertura de aquel compartimento me hizo descubrir que el bien y el mal existen por unas razones concretas que en absoluto están en nuestras manos, que la humanidad sigue existiendo gracias a esas razones, y mi destino quedó ligado a un mundo de ángeles y demonios, de guerras entre especies que creí inexistentes excepto en libros de ficción, me quedé desarmada ante mi verdadera vida, descubriendo que la que había tenido hasta ese momento, solo había sido una obra de teatro perfectamente ensayada.
Jamás penséis que lo que veis es lo único que hay.
Bienvenidos a mi mundo.