Mi nombre es Sandra, y hacía ya años que había dejado de creer en el amor. Con un hijo de 13 años al que cuidar, un trabajo a tiempo completo que me robaba la salud y la energía, y un ex-marido que no me da más que problemas con la pensión alimenticia, la fe en la humanidad se te escapa entre los dedos. Da igual cuantas citas tengas, no quedan hombres buenos.
O eso creía. Me equivocaba. Al menos, quedaba uno. Alberto.
Conocí al hombre en cuestión antes de navidad, en mi grupo de amigos habitual. Un amigo de un amigo, invitado a nuestra cena de los sábados por la noche. Sí, me entró por los ojos nada más verlo. Guapo, agradable, mi tipo de hombre y parecía incluso honesto. Sincero.
Comenzamos a hablar. Tenía una hija de 15 años, su casa no era nada del otro mundo y… de algún modo, quizá no lo recuerde por el vino, o quizás sea por la vergüenza, despertamos juntos en la misma cama. Ahí empezaban los “¿Qué he hecho?”, “¿Qué pensará de mí” y demás auto-flagelaciones similares.
Pero no, me invitó a cenar. Así que repetimos y, sí, sexo no fue lo único me trajeron esas navidades.
Advertencia: Una novela romántica que refleja un amor realista, “de a pie”, sincero. Debido a las escenas explícitas la novela está dirigida a un público maduro. Y, bueno, feliz navidad, o algo.
O eso creía. Me equivocaba. Al menos, quedaba uno. Alberto.
Conocí al hombre en cuestión antes de navidad, en mi grupo de amigos habitual. Un amigo de un amigo, invitado a nuestra cena de los sábados por la noche. Sí, me entró por los ojos nada más verlo. Guapo, agradable, mi tipo de hombre y parecía incluso honesto. Sincero.
Comenzamos a hablar. Tenía una hija de 15 años, su casa no era nada del otro mundo y… de algún modo, quizá no lo recuerde por el vino, o quizás sea por la vergüenza, despertamos juntos en la misma cama. Ahí empezaban los “¿Qué he hecho?”, “¿Qué pensará de mí” y demás auto-flagelaciones similares.
Pero no, me invitó a cenar. Así que repetimos y, sí, sexo no fue lo único me trajeron esas navidades.
Advertencia: Una novela romántica que refleja un amor realista, “de a pie”, sincero. Debido a las escenas explícitas la novela está dirigida a un público maduro. Y, bueno, feliz navidad, o algo.