Apóstoles y asesinos narra la vida del Noi del Sucre y el auge del anarquismo en la Barcelona de las dos primeras décadas del siglo XX. Basada en una rigurosa documentación histórica, la maestría novelística de Antonio Soler consigue revivir la violencia que se adueña de las calles de una Barcelona con grandes desigualdades sociales, que vive la Semana Trágica, la Primera Guerra Mundial y los momentos previos a la dictadura de Primo de Rivera entre las bombas de los anarquistas y las venganzas tanto de las estructuras del Estado y del Ejército como de las organizaciones de empresarios y los partidos conservadores.
Un Lluís Companys joven y soñador y Francesc Layret, su mentor, comparten protagonismo con el Noi del Sucre. Juntos formarán una trinidad trágica y al mismo tiempo luinosa. Por las páginas del libro vemos transitar una serie de personajes -Ángel Pestaña, Indalecio Prieto, Eugeni d'Ors o Largo Caballero- que muy pronto serán claves en la vida española. Es el tiempo en que la Revolución Rusa parece que transformará el mundo, el tiempo en el que se gesta el nacimiento de Esquerra Republicana y en el que aparecen los antecendentes inmediatos de la Guerra Civil.
El resultado es una obra maestra donde el terror se siembra desde todos los bandos y donde las voces que predican el pacto y no violencia parecen condenadas al fracaso.
Un Lluís Companys joven y soñador y Francesc Layret, su mentor, comparten protagonismo con el Noi del Sucre. Juntos formarán una trinidad trágica y al mismo tiempo luinosa. Por las páginas del libro vemos transitar una serie de personajes -Ángel Pestaña, Indalecio Prieto, Eugeni d'Ors o Largo Caballero- que muy pronto serán claves en la vida española. Es el tiempo en que la Revolución Rusa parece que transformará el mundo, el tiempo en el que se gesta el nacimiento de Esquerra Republicana y en el que aparecen los antecendentes inmediatos de la Guerra Civil.
El resultado es una obra maestra donde el terror se siembra desde todos los bandos y donde las voces que predican el pacto y no violencia parecen condenadas al fracaso.