Londres, año 2002.
Julia, una escritora londinense de éxito y posición acomodada, está pasando por un momento crucial en su vida. Sus intereses se han desvanecido y su existencia le parece monótona y vacía. Pero todo está a punto de cambiar. La madrugada del 8 de noviembre del 2002 recibe una llamada de teléfono. Et in Arcadia ego, son las palabras que escucha al otro lado. Sin saber por qué, Julia presiente que existe una relación entre esas palabras y la muerte de Gloria, una niña asesinada por su madre hace dos años.
Al día siguiente comienza a investigar el asesinato y lo que descubre la lleva hasta Daniel, hermano de Gloria, un joven de dieciséis años por el que, a pesar de la diferencia de edad, se siente atraída desde el primer momento. Daniel, actor de teatro y una incipiente estrella de rock, posee además una belleza salvaje y un atractivo sexual imposible de ignorar. Julia se da cuenta de que el deseo de abandonar su mediocre existencia ha sido escuchado. Pero salir de ese estado no será fácil. Arcadia no es un lugar, sino una forma de mirar y estar en el mundo. Daniel y su visión pagana, vital y peligrosa de la vida, pondrá a prueba los valores y la racionalidad de Julia.
La imposible conexión que Daniel mantiene con el dios griego Dioniso, dios del éxtasis, la música, la locura y la muerte le convierte en un ser fronterizo. Para Daniel todo está lleno de dioses. Su vida es un teatro real donde el poder de los oráculos y la fuerza indiscutible de lo trágico están siempre presentes. Su lema es arriesgado y heroico: Sólo aquellos que están dispuestos a librarse de los límites y traspasar con los dioses el territorio de lo prohibido son capaces de vencer a la muerte.
Julia, una escritora londinense de éxito y posición acomodada, está pasando por un momento crucial en su vida. Sus intereses se han desvanecido y su existencia le parece monótona y vacía. Pero todo está a punto de cambiar. La madrugada del 8 de noviembre del 2002 recibe una llamada de teléfono. Et in Arcadia ego, son las palabras que escucha al otro lado. Sin saber por qué, Julia presiente que existe una relación entre esas palabras y la muerte de Gloria, una niña asesinada por su madre hace dos años.
Al día siguiente comienza a investigar el asesinato y lo que descubre la lleva hasta Daniel, hermano de Gloria, un joven de dieciséis años por el que, a pesar de la diferencia de edad, se siente atraída desde el primer momento. Daniel, actor de teatro y una incipiente estrella de rock, posee además una belleza salvaje y un atractivo sexual imposible de ignorar. Julia se da cuenta de que el deseo de abandonar su mediocre existencia ha sido escuchado. Pero salir de ese estado no será fácil. Arcadia no es un lugar, sino una forma de mirar y estar en el mundo. Daniel y su visión pagana, vital y peligrosa de la vida, pondrá a prueba los valores y la racionalidad de Julia.
La imposible conexión que Daniel mantiene con el dios griego Dioniso, dios del éxtasis, la música, la locura y la muerte le convierte en un ser fronterizo. Para Daniel todo está lleno de dioses. Su vida es un teatro real donde el poder de los oráculos y la fuerza indiscutible de lo trágico están siempre presentes. Su lema es arriesgado y heroico: Sólo aquellos que están dispuestos a librarse de los límites y traspasar con los dioses el territorio de lo prohibido son capaces de vencer a la muerte.