Mihkael es un arcángel ocupado, tiene un trabajo y una misión que cumplir. Conoce y acepta con orgullo su lugar en el Universo y la inmutable infinidad de sus días, pero su camino se cruza con una querubín que trastoca totalmente su apacible existencia.
Argenthea es una querubín normal y corriente. Tiene amigas, estudia junto a su tutor; y los Venerables le han asignado su primera misión en solitario. Está muy orgullosa pero algo la perturba… Algo, que esta trastornando todo su mundo y le causa un profundo pavor.
Su camino se ha entrelazado con el del Arcángel Mihkael, el llamado El Guerrero durante La guerra de la Traición, y desde ese momento las cosas ya no son iguales para ninguno de los dos.
El desconcertado arcángel apenas comprende lo que está ocurriendo en su interior y de repente es consciente de la enorme importancia que la presencia de Argenthea supone para él.
El mundo de ambos se tambalea al constatar una terrible verdad: se han vuelto sensibles. ¿Cómo?¿Por qué? Confusos, apenas saben qué
hacer, cómo actuar… Jamás en toda la historia de la Creación ha existido un ángel sensible; ni siquiera Lhuzbel…
¿Qué camino tomar?¿Deberán renunciar a lo que sienten y olvidar
aquello que sus corazones anhelan?
Argenthea es una querubín normal y corriente. Tiene amigas, estudia junto a su tutor; y los Venerables le han asignado su primera misión en solitario. Está muy orgullosa pero algo la perturba… Algo, que esta trastornando todo su mundo y le causa un profundo pavor.
Su camino se ha entrelazado con el del Arcángel Mihkael, el llamado El Guerrero durante La guerra de la Traición, y desde ese momento las cosas ya no son iguales para ninguno de los dos.
El desconcertado arcángel apenas comprende lo que está ocurriendo en su interior y de repente es consciente de la enorme importancia que la presencia de Argenthea supone para él.
El mundo de ambos se tambalea al constatar una terrible verdad: se han vuelto sensibles. ¿Cómo?¿Por qué? Confusos, apenas saben qué
hacer, cómo actuar… Jamás en toda la historia de la Creación ha existido un ángel sensible; ni siquiera Lhuzbel…
¿Qué camino tomar?¿Deberán renunciar a lo que sienten y olvidar
aquello que sus corazones anhelan?