Los aceites esenciales son sustancias oleosas y sumamente fragantes obtenidas de diversos vegetales y que sirven de base para la aromaterapia, esto es, la curación a través de los aromas. Pueden proceder de diferentes lugares de la planta en cuestión, tales como flores, frutos, hojas, raíces, madera, semillas y corteza de los vegetales. El aceite de cedro, por ejemplo, se extrae de la madera de ese árbol, el de hinojo de las semillas y el de limón de la corteza del fruto. Apelando a una metáfora, se podría decir que el aceite esencial es el “alma de la planta” contenida en un frasco y que es el medio por el cual los vegetales transmiten sus propiedades. Efectivamente, cada uno de estos aceites posee una determinada combinación de componentes químicos que lo hace especialmente apto para determinados fines curativos, cosmetológicos y hasta espirituales. Comencemos, entonces, este primer capítulo haciendo una breve pero necesaria referencia a esos elementos químicos que hacen que un aceite esencial sea lo que es.
Patricia Conti es nutricionista, terapeuta floral y aromoterapeuta. Dirigió, durante el 2007, la colección Compactos de Papel, junto con un equipo de profesionales. Actualmente radicada en España, además de su consulta terapéutica, desarrolla seminarios y talleres para profundizar el importante tema de la nutrición en los primeros años de vida de los niños, en los cuales la alimentación es la base de la buena salud.
Patricia Conti es nutricionista, terapeuta floral y aromoterapeuta. Dirigió, durante el 2007, la colección Compactos de Papel, junto con un equipo de profesionales. Actualmente radicada en España, además de su consulta terapéutica, desarrolla seminarios y talleres para profundizar el importante tema de la nutrición en los primeros años de vida de los niños, en los cuales la alimentación es la base de la buena salud.