¿Te estás actualmente desempeñando o lo has hecho, en algún momento de tu vida, como directivo, no importa el nivel que como tal, alguna vez hayas ocupado o lo estés actualmente haciendo? Te adelanto que yo empecé ocupando una categoría del más bajo nivel dentro de la institución donde ingresé y, donde tuve mi primer experiencia como trabajador y empleado de base; posteriormente, pasé a la fila de los empleados de confianza y fui escalando y ascendiendo en diferentes puestos, si bien, estos estuvieron dentro del rango de los considerados como de “mando medio”.
¿Cuál es actualmente o ha sido, en su momento, tu estilo de dirección, en el nivel que estás ocupando o alguna vez ocupaste al respecto? Como trabajador/empleado de base viví, primero, la experiencia producto de tener jefes que no necesariamente, habían sido capacitados para obtener los conocimientos correspondientes y llevar a cabo una administración adecuada del recurso humano, es decir, se trataba de personas que subieron de categoría por escalafón y, por lo tanto, empleados de base que si bien antes no se dejaban mandar por sus jefes anteriores, o “respingaban” al respecto, pero ahora, en su calidad de jefes, quieren ver y sentir lo que es actuar como tales.
En una segunda etapa, empecé a tener jefes que, si bien, sí habían sido capacitados para llevar a cabo una administración adecuada de los recursos humanos asignados, no necesariamente aplicaban en la práctica los conocimientos adquiridos; aun cuando, también es cierto, que había aquellos que sin muchos conocimientos, su propia calidad humana, los convertía en jefes queridos y respetados por sus trabajadores.
¿Te gustaría conocer la experiencia que, como autor del presente libro, tuve al respecto, cuando me desempeñé, como tal, tanto en diferentes dependencias de la Administración Pública Federal, como en empresas privadas? Te adelanto que cuando, producto de esa segunda etapa, comentada en el párrafo anterior, tuve también la oportunidad de desempeñarme como jefe, si bien siempre traté de poner en práctica los conocimientos y experiencia adquiridos en mi propio proceso de aprendizaje, para un manejo adecuado de los recursos humanos, asignados bajo mi responsabilidad, no siempre me funcionaron del todo los postulados, métodos y técnicas aprendidos para tal efecto. Sin embargo, siempre me di a la tarea tanto de seguir investigando al respecto, como de ponerlo en práctica, cuando la oportunidad se me presentaba para comprobarlo; sin embargo, a pesar de que no siempre los resultados obtenidos eran los esperados, inavariablemente me quedaba la satisfacción de haberlo intentado.
¿Estarías dispuesto a compartir tu propia experiencia, respecto a tu desempeño como directivo, en la organización o institución en la que lo estás haciendo o hayas hecho, tal y como yo lo estoy haciendo en esta ocasión, como autor del presente libro? Si bien, me llevó muchos años pensarlo y hacerlo realidad, al fin me animé y, una prueba de ello, es este libro que tienes a la vista de tus ojos.
¿Si ese fuese el caso, te atreverías a denunciar, como yo mismo lo estoy haciendo en mi calidad de autor del presente libro, la falta de sentido humano, que hayas vivido o estés viviendo actualmente, en tu desempeño como directivo? Cabe mencionar que el tiempo de espera que pasé para animarme a actuar al respecto, no fue tanto falta de voluntad, sino un principio o creencia que me limitaba a hacerlo; me explico mejor, no quería ser catalogado como un “mal agradecido” ni por mis jefes, ni por las instituciones/organizaciones en las que me desempeñé; sin embargo, al fin de cuentas, le di más importancia a la propia experiencia que quería compartir y, al efecto, que esta podría tener en mis lectores, en vez de al “qué dirán”.
¿Cuál es actualmente o ha sido, en su momento, tu estilo de dirección, en el nivel que estás ocupando o alguna vez ocupaste al respecto? Como trabajador/empleado de base viví, primero, la experiencia producto de tener jefes que no necesariamente, habían sido capacitados para obtener los conocimientos correspondientes y llevar a cabo una administración adecuada del recurso humano, es decir, se trataba de personas que subieron de categoría por escalafón y, por lo tanto, empleados de base que si bien antes no se dejaban mandar por sus jefes anteriores, o “respingaban” al respecto, pero ahora, en su calidad de jefes, quieren ver y sentir lo que es actuar como tales.
En una segunda etapa, empecé a tener jefes que, si bien, sí habían sido capacitados para llevar a cabo una administración adecuada de los recursos humanos asignados, no necesariamente aplicaban en la práctica los conocimientos adquiridos; aun cuando, también es cierto, que había aquellos que sin muchos conocimientos, su propia calidad humana, los convertía en jefes queridos y respetados por sus trabajadores.
¿Te gustaría conocer la experiencia que, como autor del presente libro, tuve al respecto, cuando me desempeñé, como tal, tanto en diferentes dependencias de la Administración Pública Federal, como en empresas privadas? Te adelanto que cuando, producto de esa segunda etapa, comentada en el párrafo anterior, tuve también la oportunidad de desempeñarme como jefe, si bien siempre traté de poner en práctica los conocimientos y experiencia adquiridos en mi propio proceso de aprendizaje, para un manejo adecuado de los recursos humanos, asignados bajo mi responsabilidad, no siempre me funcionaron del todo los postulados, métodos y técnicas aprendidos para tal efecto. Sin embargo, siempre me di a la tarea tanto de seguir investigando al respecto, como de ponerlo en práctica, cuando la oportunidad se me presentaba para comprobarlo; sin embargo, a pesar de que no siempre los resultados obtenidos eran los esperados, inavariablemente me quedaba la satisfacción de haberlo intentado.
¿Estarías dispuesto a compartir tu propia experiencia, respecto a tu desempeño como directivo, en la organización o institución en la que lo estás haciendo o hayas hecho, tal y como yo lo estoy haciendo en esta ocasión, como autor del presente libro? Si bien, me llevó muchos años pensarlo y hacerlo realidad, al fin me animé y, una prueba de ello, es este libro que tienes a la vista de tus ojos.
¿Si ese fuese el caso, te atreverías a denunciar, como yo mismo lo estoy haciendo en mi calidad de autor del presente libro, la falta de sentido humano, que hayas vivido o estés viviendo actualmente, en tu desempeño como directivo? Cabe mencionar que el tiempo de espera que pasé para animarme a actuar al respecto, no fue tanto falta de voluntad, sino un principio o creencia que me limitaba a hacerlo; me explico mejor, no quería ser catalogado como un “mal agradecido” ni por mis jefes, ni por las instituciones/organizaciones en las que me desempeñé; sin embargo, al fin de cuentas, le di más importancia a la propia experiencia que quería compartir y, al efecto, que esta podría tener en mis lectores, en vez de al “qué dirán”.