En septiembre de 1868, los demócratas de Cádiz colaboraron estrechamente con los mandos militares en el pronunciamiento que provocó el abandono del Trono de la reina doña Isabel. A continuación, constituyeron en Cádiz dos batallones de Voluntarios de la Libertad, una milicia armada de ciudadanos que se decantó enseguida por el Partido Republicano.
Poco después de comenzar el nuevo régimen, los voluntarios de Cádiz se mostraron defraudados por el rumbo que había dado el Gobierno Provisional a la revolución. El descontento les llevó a varios enfrentamientos armados con el Ejército.
El primero se produjo en la capital en los primeros días de diciembre de 1868. Tras ser derrotados y desarmados, parecieron dejar de ser un peligro para el Gobierno. Pero, cuando la Constitución se decantó, a mediados de 1869, por la Monarquía, y el Gobierno Provisional comenzó a suspender algunas garantías, los diputados republicanos iniciaron un nuevo conflicto armado.
Poco después de comenzar el nuevo régimen, los voluntarios de Cádiz se mostraron defraudados por el rumbo que había dado el Gobierno Provisional a la revolución. El descontento les llevó a varios enfrentamientos armados con el Ejército.
El primero se produjo en la capital en los primeros días de diciembre de 1868. Tras ser derrotados y desarmados, parecieron dejar de ser un peligro para el Gobierno. Pero, cuando la Constitución se decantó, a mediados de 1869, por la Monarquía, y el Gobierno Provisional comenzó a suspender algunas garantías, los diputados republicanos iniciaron un nuevo conflicto armado.