La editora neoyorquina Kimi Renton estaba entre la gente guapa que cada año acudía a la semana de la alta costura de París. Pero esa vez no le quedaba más remedio que asistir con un desaliñado investigador privado que fingía ser fotógrafo de la revista de Kimi. Holden MacGreggor era guapo, duro… y muy poco elegante. Así que, si iba a ser su acompañante, antes tendría que vestirlo adecuadamente… y luego desnudarlo muy despacio.Pronto comenzaron a pasarlo tan bien en la cama, que casi olvidaron que tenían una misión, detener a una importante banda de ladrones… No sospechaban que serían ellos los descubiertos.
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