La reflexión teológica y moral más importante de Pascal. Traducción, prólogo y edición por el célebre crítico literario Juan Bautista Bergua y Luis Ruiz Contreras. Presentado por Manuel Fdez. de la Cueva Villalba, Profesor de Filosofía.
Blaise Pascal (1623-1662), un pensador profundamente cristiano, escribió Las Cartas Provinciales (Lettres Provinciales) bajo el seudónimo Louis de Montalte, entre los años 1656 y 1657. Escritas en medio de la controversia teológica entre los jansenistas y los jesuitas, las cartas son una defensa del jansenista Antoine Arnauld, de Port-Royal, un amigo de Pascal que en 1656 fue condenado por el Faculté de Théologie de la Sorbona en París por opiniones que se consideraron heréticas.
En este conjunto de diecinueve cartas que componen “Las Cartas Provinciales” Pascal aborda importantes e interesantes problemas teológicos y morales entre los que podemos destacar: ¿Qué es la gracia?, ¿quién la recibe?, ¿cuál es nuestra responsabilidad, con o sin la gracia, ante ciertos actos morales?, ¿cuál es la relación entre la moral y el derecho?, etc. También denuncia la creciente simonía y corrupción religiosa que se vivía en aquel momento.
Por último debemos destacar en esta obra la preocupación de Pascal por dirigir su vida siguiendo dos principios; “No ofender la verdad” y “hablar con discreción”.
Blaise Pascal (1623-1662), un pensador profundamente cristiano, escribió Las Cartas Provinciales (Lettres Provinciales) bajo el seudónimo Louis de Montalte, entre los años 1656 y 1657. Escritas en medio de la controversia teológica entre los jansenistas y los jesuitas, las cartas son una defensa del jansenista Antoine Arnauld, de Port-Royal, un amigo de Pascal que en 1656 fue condenado por el Faculté de Théologie de la Sorbona en París por opiniones que se consideraron heréticas.
En este conjunto de diecinueve cartas que componen “Las Cartas Provinciales” Pascal aborda importantes e interesantes problemas teológicos y morales entre los que podemos destacar: ¿Qué es la gracia?, ¿quién la recibe?, ¿cuál es nuestra responsabilidad, con o sin la gracia, ante ciertos actos morales?, ¿cuál es la relación entre la moral y el derecho?, etc. También denuncia la creciente simonía y corrupción religiosa que se vivía en aquel momento.
Por último debemos destacar en esta obra la preocupación de Pascal por dirigir su vida siguiendo dos principios; “No ofender la verdad” y “hablar con discreción”.