Cerca de cuatro años han transcurrido desde que apareció el primer número del Boletín Científico de las Ciencias Económico Administrativas, cuya aceptación desde su primera publicación fue alentadora, con el firme compromiso de la superación constante a la que estamos obligados con nuestros amables lectores, gracias a su creciente interés por el conocimiento que les aporta valor y por el número de consultas que representa la aceptable respuesta que han otorgado a nuestras iniciativas.
El desarrollo actual y futuro de la difusión científica, se encuentra determinado por la edición electrónica a través de diversos dispositivos que ofrecen los avances tecnológicos, resultado de la convergencia entre investigadores, contenidos y usuarios, en donde las distancias se han minimizado y el acceso a la información se ha ampliado.
El paso del tiempo nos ha permitido mejorar y acrecentar el rigor científico de las publicaciones, gracias al Comité Editorial que incorporó al Consejo de Árbitros Internacional en la evaluación de la calidad de las investigaciones realizadas, estableciendo con ello, más estrictos criterios de selección, ofreciendo una forma de respuesta acorde a los desafíos actuales de la sociedad, ya que el fin último de cualquier investigación es ampliar, desarrollar y compartir el conocimiento, como una forma de contribuir al avance y progreso social, reconociendo que no existen barreras y límites para el conocimiento, y menos aún, para el desarrollo de los pueblos.
Ponemos a su disposición los resultados de las investigaciones en este octavo número, con la firme convicción de lograr que el conocimiento se acerque a la vida cotidiana del lector, con información que le ofrece la capacidad para profundizar en ella y le apoye a construir su propia reflexión e ideología, a través de entornos cuyas condiciones satisfagan sus expectativas de atraer y mantener su interés.
Atendemos la necesidad de comunicación entre y de los investigadores, ratificando que la evolución y el desarrollo del conocimiento, requiere de un espíritu abierto y el criterio básico de compartir para progresar.
El desarrollo actual y futuro de la difusión científica, se encuentra determinado por la edición electrónica a través de diversos dispositivos que ofrecen los avances tecnológicos, resultado de la convergencia entre investigadores, contenidos y usuarios, en donde las distancias se han minimizado y el acceso a la información se ha ampliado.
El paso del tiempo nos ha permitido mejorar y acrecentar el rigor científico de las publicaciones, gracias al Comité Editorial que incorporó al Consejo de Árbitros Internacional en la evaluación de la calidad de las investigaciones realizadas, estableciendo con ello, más estrictos criterios de selección, ofreciendo una forma de respuesta acorde a los desafíos actuales de la sociedad, ya que el fin último de cualquier investigación es ampliar, desarrollar y compartir el conocimiento, como una forma de contribuir al avance y progreso social, reconociendo que no existen barreras y límites para el conocimiento, y menos aún, para el desarrollo de los pueblos.
Ponemos a su disposición los resultados de las investigaciones en este octavo número, con la firme convicción de lograr que el conocimiento se acerque a la vida cotidiana del lector, con información que le ofrece la capacidad para profundizar en ella y le apoye a construir su propia reflexión e ideología, a través de entornos cuyas condiciones satisfagan sus expectativas de atraer y mantener su interés.
Atendemos la necesidad de comunicación entre y de los investigadores, ratificando que la evolución y el desarrollo del conocimiento, requiere de un espíritu abierto y el criterio básico de compartir para progresar.