El boletín científico Magotzi es un importante vehículo de comunicación sobre la investigación en Arte que se hace en el Instituto de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Es un muy significativo espacio de reflexión y análisis (y a la vez una ventana al exterior), sobre las problemáticas actuales del mundo de las Artes, especialmente las Artes Visuales, Danza, Música, Arte Dramático e Historia del Arte, disciplinas que forman parte sustancial de las ocupaciones cotidianas de alumnos y profesores de nuestro instituto. En este segundo número presentamos el ensayo “La riqueza a través del vestido, ropa y telas en Pachuca en el siglo XVII”, de Carmen Lorenzo Monterrubio, en el que la autora nos ofrece valiosa información sobre las normas y conductas sociales regidas por el prestigio social en la época virreinal, especialmente en la sociedad de Pachuca del siglo XVII. En este ensayo es posible observar la importancia que tuvo portar y exhibir vestidos lujosos para ostentar riqueza y poder, y cómo a través del comercio ultramarino llegaron a la región de Pachuca ropa y telas de varias partes del mundo. Parte de la importancia de este ensayo es que se hizo con base en documentación resguardada en archivos locales.
El ensayo “Breve historia de la técnica del grabado” de Rosa Maribel Rojas Cuevas nos muestra la evolución del grabado desde la antigua China, el desarrollo de sus técnicas a través de los siglos, su esplendor en el periodo barroco, y cómo en esta época el florecimiento del comercio de grabados provocó la formulación de leyes para proteger la propiedad artística y favorecer la exportación. Es interesante que antes de la imprenta, el grabado no se consideraba un arte, sino un medio de comunicación. Es a partir de 1950, con las vanguardias contemporáneas, que la tradición gráfica es desafiada por la aparición de nuevos procedimientos de reproducción y por las alternativas que se daban en los procesos convencionales.
De alguna manera ligado con el anterior, el ensayo “¿Y dónde está el grabado? 54ª Bienal de Venecia Illuminations” de Miguel Ledezma, cuestiona el lugar que ocupa la práctica del grabado en el arte contemporáneo a partir de la confrontación entre dos exposiciones en la Ciudad de México y obras de Zarina Hashmi, Christopher Wool y Thomas Kilpper en la 54ª Bienal de Venecia.
El ensayo “El Arte Rupestre del Estado de Hidalgo”, de quien esto escribe, habla sobre la gran riqueza desconocida del arte rupestre en el estado de Hidalgo y la necesidad de emprender acciones para su protección.
El ensayo “El ícono femenino en el Arte Contemporáneo, el estereotipo de la virgen-madre, la prostituta-femme fatale y el concepto de la víctima”, de Gisela Cázares Cerda, nos muestra cómo los estereotipos perpetúan los roles que la sociedad ha conferido a las mujeres y cómo el arte tampoco ha sido ajeno a estas construcciones. A través del arte el hombre ha tenido el poder de crear a la mujer imaginada, por tanto, concebir una femineidad que es la imagen de sus deseos más íntimos y sus temores más ocultos. Tal omnipresencia se encuentra en nuestra cultura, y su representación artística va desde la imagen gráfica hasta el video, pasando antes por el cine narrativo, el cual expone su expresión más compleja y su circulación más amplia.
El ensayo “Nuestras tiples cómicas: algunas figuras femeninas que se desarrollaron en el género chico”, de Dulce Viviana Rivera Chino, narra el desarrollo de este género teatral mexicano de la post revolución, que se realizaba fuera de los aristocráticos edificios teatrales, sin actores importados ni clientela adinerada, pues se realizaba en carpas o jacalones, con altas dosis de humor político y personajes adaptados a la idiosincrasia popular mexicana. Aquí surgieron iconos nacionales como “Palillo” o “Cantinflas”. El ensayo se centra en el papel de la mujer en este género teatral, donde se enfatizaba su rol de madre e hija abnegada, sujeta al yugo masculino...
El ensayo “Breve historia de la técnica del grabado” de Rosa Maribel Rojas Cuevas nos muestra la evolución del grabado desde la antigua China, el desarrollo de sus técnicas a través de los siglos, su esplendor en el periodo barroco, y cómo en esta época el florecimiento del comercio de grabados provocó la formulación de leyes para proteger la propiedad artística y favorecer la exportación. Es interesante que antes de la imprenta, el grabado no se consideraba un arte, sino un medio de comunicación. Es a partir de 1950, con las vanguardias contemporáneas, que la tradición gráfica es desafiada por la aparición de nuevos procedimientos de reproducción y por las alternativas que se daban en los procesos convencionales.
De alguna manera ligado con el anterior, el ensayo “¿Y dónde está el grabado? 54ª Bienal de Venecia Illuminations” de Miguel Ledezma, cuestiona el lugar que ocupa la práctica del grabado en el arte contemporáneo a partir de la confrontación entre dos exposiciones en la Ciudad de México y obras de Zarina Hashmi, Christopher Wool y Thomas Kilpper en la 54ª Bienal de Venecia.
El ensayo “El Arte Rupestre del Estado de Hidalgo”, de quien esto escribe, habla sobre la gran riqueza desconocida del arte rupestre en el estado de Hidalgo y la necesidad de emprender acciones para su protección.
El ensayo “El ícono femenino en el Arte Contemporáneo, el estereotipo de la virgen-madre, la prostituta-femme fatale y el concepto de la víctima”, de Gisela Cázares Cerda, nos muestra cómo los estereotipos perpetúan los roles que la sociedad ha conferido a las mujeres y cómo el arte tampoco ha sido ajeno a estas construcciones. A través del arte el hombre ha tenido el poder de crear a la mujer imaginada, por tanto, concebir una femineidad que es la imagen de sus deseos más íntimos y sus temores más ocultos. Tal omnipresencia se encuentra en nuestra cultura, y su representación artística va desde la imagen gráfica hasta el video, pasando antes por el cine narrativo, el cual expone su expresión más compleja y su circulación más amplia.
El ensayo “Nuestras tiples cómicas: algunas figuras femeninas que se desarrollaron en el género chico”, de Dulce Viviana Rivera Chino, narra el desarrollo de este género teatral mexicano de la post revolución, que se realizaba fuera de los aristocráticos edificios teatrales, sin actores importados ni clientela adinerada, pues se realizaba en carpas o jacalones, con altas dosis de humor político y personajes adaptados a la idiosincrasia popular mexicana. Aquí surgieron iconos nacionales como “Palillo” o “Cantinflas”. El ensayo se centra en el papel de la mujer en este género teatral, donde se enfatizaba su rol de madre e hija abnegada, sujeta al yugo masculino...