A través de interesantes, simpáticas y también agridulces anécdotas, el Padre Paulo, querido amigo y compañero de ministerio sacerdotal, nos sumerge en algunos aspectos de la vida íntima de toda comunidad parroquial. Cualquiera podría ser la parroquia, iglesia, capilla, ciudad o país en las que se experimentan situaciones semejantes.
Esta lectura nos invita a "recordar" esos buenos modales que a veces perdemos sin darnos cuenta y sin los cuales herimos a otros. Por lo tanto, como un cristiano más, leer este texto ha sido para mí un pequeñito camino de conversión: invito a todo amigo de Jesús Eucaristía a participar en esta simpática peregrinación. (fragmento del prólogo del Pbro. Edgardo Fitolite)
Esta lectura nos invita a "recordar" esos buenos modales que a veces perdemos sin darnos cuenta y sin los cuales herimos a otros. Por lo tanto, como un cristiano más, leer este texto ha sido para mí un pequeñito camino de conversión: invito a todo amigo de Jesús Eucaristía a participar en esta simpática peregrinación. (fragmento del prólogo del Pbro. Edgardo Fitolite)