Convenio Germano-Ingles
Mediante el convenio naval germano británico del 18 de junio de 1935, los dos países se habían puesto de acuerdo para que la flota alemana no sobrepasara el 35 % del tonelaje de la flota británica. Esta proporción era aplicable en todas las categorías de buques; sólo los submarinos podían alcanzar el 45%, y aún a partir de 1938, el 100%. Con la firma de este tratado se pensó en una paz duradera. Con la firma de este convenio, Alemania reconocía en parte la supremacía naval del Reino Unido. Se alejaba, en teoría, una carrera de armamentos naval, como la que había tenido lugar antes de la Primera Guerra Mundial.
En fecha tan lejana como es el 15 de julio de 1935, el almirante Erich Raeder, comandante en jefe de la Kriegsmarine, dirigió a sus oficiales una circular, en donde se lee: El acuerdo ha nacido del deseo de evitar para siempre hasta la posibilidad de un conflicto entre Alemania e Inglaterra. Comentario del almirante Erich Raeder al tratado naval con Reino Unido, 15 de julio de 1935
Cuatro años después, todo había cambiado. Los éxitos logrados en Austria y Checoslovaquia habían cegado a Hitler hasta el punto de creer que el Reino Unido asistiría «inactivo y silencioso» a sus planes expansionistas. Reunido con sus generales y almirantes, al exponer sus planes expansionistas sobre Polonia el 22 de agosto de 1939 declaraba:
La situación de Inglaterra es actualmente muy precaria. Me parece excluida la posibilidad de que un hombre de estado británico cargue sobre sí la responsabilidad, frente a tal situación, de comprometer a su país en una guerra.Declaraciones de Adolf Hitler sobre sus planes expansionistas en Europa, 22 de agosto de 1939
El comodoro Karl Dönitz, había sido comandante de un sumergible durante la Primera Guerra Mundial. Después de la firma del tratado con el Reino Unido, Alemania recibió tres pequeños submarinos del tipo II al que los marineros alemanes denominaron «piraguas».
En agosto de 1939, la Kriegsmarine contaba con veintidós buques que operaban en el Atlántico. La experiencia había enseñado a la Armada alemana, que era preciso disponer de un tercio de los buques en puerto y otro tercio navegando, ya sea hacia el teatro de operaciones navales o regresando de él. Así, en las condiciones más óptimas de la época, fueron siete los submarinos que se podían disponer en el frente. Ante el anuncio de Hitler, era imposible hacer seriamente la guerra con semejante dotación.
En lo referente a los acorazados, cruceros y portaaviones, la situación era sumamente crítica, ya que su programa de construcciones navales, previsto para diez años, llamado (PLAN-Z), se encuentra en sus comienzos. Dicho plan estaba diseñado para que, al cabo de esos diez años, Alemania tuviera una flota muy equilibrada de modernos navíos, capaz de representar dignamente los intereses marítimos alemanes y revalorizar la alianza. A causa de las limitaciones impuestas por el tratado de 1935, era evidente que esta flota no estaba diseñada para hacer la guerra al Reino Unido.
Con el hundimiento de la Flota de Alta Mar y la distribucion de los restantes buques entre las marinas de los aliados, Alemania solo contaba con varios viejos buques de la era de los pre-dreadnoughts destinados al patrulla de us agaus costeras. Bajo los terminos del Tratado de Versalles, Alemania solo podia tener seis buques de batalla con dos mas en rserva, existiendo la misma clase de restricciones en el resto de tipos, los aviones, portaviones y submarinos estaba totalmente restringidos. Existian tambien restricciones sobre el reclutamiento, cantidad de hombres, tiempo de servicio y tipos de fortificaciones.
En lo concerniente a la Kriegsmarine, los dreadnoughts Braunschweig, Elsass y Hessen terminados en 1904 y 1905 y tres de la clase Deutschland, Hannover, Schlesien y Schleswig-Holstein terminados en 1907 y 1908.
Mediante el convenio naval germano británico del 18 de junio de 1935, los dos países se habían puesto de acuerdo para que la flota alemana no sobrepasara el 35 % del tonelaje de la flota británica. Esta proporción era aplicable en todas las categorías de buques; sólo los submarinos podían alcanzar el 45%, y aún a partir de 1938, el 100%. Con la firma de este tratado se pensó en una paz duradera. Con la firma de este convenio, Alemania reconocía en parte la supremacía naval del Reino Unido. Se alejaba, en teoría, una carrera de armamentos naval, como la que había tenido lugar antes de la Primera Guerra Mundial.
En fecha tan lejana como es el 15 de julio de 1935, el almirante Erich Raeder, comandante en jefe de la Kriegsmarine, dirigió a sus oficiales una circular, en donde se lee: El acuerdo ha nacido del deseo de evitar para siempre hasta la posibilidad de un conflicto entre Alemania e Inglaterra. Comentario del almirante Erich Raeder al tratado naval con Reino Unido, 15 de julio de 1935
Cuatro años después, todo había cambiado. Los éxitos logrados en Austria y Checoslovaquia habían cegado a Hitler hasta el punto de creer que el Reino Unido asistiría «inactivo y silencioso» a sus planes expansionistas. Reunido con sus generales y almirantes, al exponer sus planes expansionistas sobre Polonia el 22 de agosto de 1939 declaraba:
La situación de Inglaterra es actualmente muy precaria. Me parece excluida la posibilidad de que un hombre de estado británico cargue sobre sí la responsabilidad, frente a tal situación, de comprometer a su país en una guerra.Declaraciones de Adolf Hitler sobre sus planes expansionistas en Europa, 22 de agosto de 1939
El comodoro Karl Dönitz, había sido comandante de un sumergible durante la Primera Guerra Mundial. Después de la firma del tratado con el Reino Unido, Alemania recibió tres pequeños submarinos del tipo II al que los marineros alemanes denominaron «piraguas».
En agosto de 1939, la Kriegsmarine contaba con veintidós buques que operaban en el Atlántico. La experiencia había enseñado a la Armada alemana, que era preciso disponer de un tercio de los buques en puerto y otro tercio navegando, ya sea hacia el teatro de operaciones navales o regresando de él. Así, en las condiciones más óptimas de la época, fueron siete los submarinos que se podían disponer en el frente. Ante el anuncio de Hitler, era imposible hacer seriamente la guerra con semejante dotación.
En lo referente a los acorazados, cruceros y portaaviones, la situación era sumamente crítica, ya que su programa de construcciones navales, previsto para diez años, llamado (PLAN-Z), se encuentra en sus comienzos. Dicho plan estaba diseñado para que, al cabo de esos diez años, Alemania tuviera una flota muy equilibrada de modernos navíos, capaz de representar dignamente los intereses marítimos alemanes y revalorizar la alianza. A causa de las limitaciones impuestas por el tratado de 1935, era evidente que esta flota no estaba diseñada para hacer la guerra al Reino Unido.
Con el hundimiento de la Flota de Alta Mar y la distribucion de los restantes buques entre las marinas de los aliados, Alemania solo contaba con varios viejos buques de la era de los pre-dreadnoughts destinados al patrulla de us agaus costeras. Bajo los terminos del Tratado de Versalles, Alemania solo podia tener seis buques de batalla con dos mas en rserva, existiendo la misma clase de restricciones en el resto de tipos, los aviones, portaviones y submarinos estaba totalmente restringidos. Existian tambien restricciones sobre el reclutamiento, cantidad de hombres, tiempo de servicio y tipos de fortificaciones.
En lo concerniente a la Kriegsmarine, los dreadnoughts Braunschweig, Elsass y Hessen terminados en 1904 y 1905 y tres de la clase Deutschland, Hannover, Schlesien y Schleswig-Holstein terminados en 1907 y 1908.