DESCRIPCIÓN
Rafael, experimentado médico cirujano, nota que progresivamente soporta peor a sus pacientes. Ante la presión creciente del trabajo y sus malas reacciones, solicita permiso por razones propias y se marcha a Marbella para tomar el sol, leer y descansar para recuperarse la angustia vital de su alterada vida.
En la playa conecta un americano alterado por la muerte de su esposa, que le indica que debe de irse al Oriente y contactar con algún Santón budista, cuya influencia puede ayudarle, como le ha ocurrido a él.
Al mismo tiempo, Laura, una periodista que ha visto su estado pues coinciden en la misma cafetería y le observa, trata de ayudarle y le indica que irse puede ser lo adecuado. Durante un par de semanas mantienen un relativo contacto que continuarán cuando sevaya.
En Bangkok, se distrae por el cambio de ambiente y lentamente va mejorando su agresividad, aunque no su angustia vital. El contacto con un Santón budista, un monje telépata que sabe lo que Rafael piensa en realidad y que se interesa por él, le dirige con charlas, indicación de viajes, y el internamiento en un monasterio, lo que Rafael acepta y penetra en un silencioso y especial ambiente que le hace perder hasta la noción del tiempo. Tras casi un mes, sale y sigue en contacto con el monje que continua dirigiendo su vida. Los contactos con Laura, de la que es consciente que se ha enamorado, le ayudan igualmente en una evolución positiva.
El día a día en diferentes ambientes, distintos lugares y ciudades diversas, le van haciendo olvidar sus fobias y volver a pensar de nuevo en su trabajo. Dada la gran mejoría, el monje acuerda, ante la consulta de Rafael, que ella puede venir como su amiga para que no se sienta tan solitario, y así la conoceá él comprobando si es la persona idónea para él.
Con Laura en Bangkok, recorren el país y viajan a Malasia. El amor crece con la compañía y el diálogo cotidiano, en un entorno de respeto mutuo. El monje, con su telepatía los conoce y los une como pareja. Regresan a España para incorporarse a sus trabajos. Laura, tras casarse ambos, se queda en Madrid pues Rafael le encuentra un buen puesto trabajo en una editorial de un agradecido operado que, tras hablar con ella, la considera idónea y la acepta como subdirectora.
Rafael, experimentado médico cirujano, nota que progresivamente soporta peor a sus pacientes. Ante la presión creciente del trabajo y sus malas reacciones, solicita permiso por razones propias y se marcha a Marbella para tomar el sol, leer y descansar para recuperarse la angustia vital de su alterada vida.
En la playa conecta un americano alterado por la muerte de su esposa, que le indica que debe de irse al Oriente y contactar con algún Santón budista, cuya influencia puede ayudarle, como le ha ocurrido a él.
Al mismo tiempo, Laura, una periodista que ha visto su estado pues coinciden en la misma cafetería y le observa, trata de ayudarle y le indica que irse puede ser lo adecuado. Durante un par de semanas mantienen un relativo contacto que continuarán cuando sevaya.
En Bangkok, se distrae por el cambio de ambiente y lentamente va mejorando su agresividad, aunque no su angustia vital. El contacto con un Santón budista, un monje telépata que sabe lo que Rafael piensa en realidad y que se interesa por él, le dirige con charlas, indicación de viajes, y el internamiento en un monasterio, lo que Rafael acepta y penetra en un silencioso y especial ambiente que le hace perder hasta la noción del tiempo. Tras casi un mes, sale y sigue en contacto con el monje que continua dirigiendo su vida. Los contactos con Laura, de la que es consciente que se ha enamorado, le ayudan igualmente en una evolución positiva.
El día a día en diferentes ambientes, distintos lugares y ciudades diversas, le van haciendo olvidar sus fobias y volver a pensar de nuevo en su trabajo. Dada la gran mejoría, el monje acuerda, ante la consulta de Rafael, que ella puede venir como su amiga para que no se sienta tan solitario, y así la conoceá él comprobando si es la persona idónea para él.
Con Laura en Bangkok, recorren el país y viajan a Malasia. El amor crece con la compañía y el diálogo cotidiano, en un entorno de respeto mutuo. El monje, con su telepatía los conoce y los une como pareja. Regresan a España para incorporarse a sus trabajos. Laura, tras casarse ambos, se queda en Madrid pues Rafael le encuentra un buen puesto trabajo en una editorial de un agradecido operado que, tras hablar con ella, la considera idónea y la acepta como subdirectora.
