Sigmund Freud era de los que opinaba que aunque la sexualidad no lo es todo, no obstante, está presente en todos los órdenes de nuestra vida.
En esta reflexión acerca de las relaciones amorosas y sobre el amor, la trama se desarrolla en el ámbito de una sociedad primitiva donde los compromisos sociales se revelan extraordinariamente primarios.
Lo que en principio puede resultar una unión física sin contacto afectivo, finalmente se convierte en la historia de un amor apasionado donde, en un clima de embriaguez, priman unas relaciones tan violentas e intempestivas como especialmente intensas.
Hay que hablar de soledad y desolación en un mundo en donde sobresale la apetencia sexual, y hay que hablar de falta de conciencia moral, todo ello motivado por una innata incapacidad de disfrute de cuanto nos rodea si no es a través del sufrimiento (físico y/o moral) del adversario.
Aunque el protagonista toma conciencia de que en todo lo que hace con la mujer hay un contenido afectivo que no está exento de cualquier tipo de sensibilidad, no por ello ninguno de los dos, a lo largo de la huida hacia delante que inician al final de la obra, olvida que, en definitiva, el mundo es hostil y complicado, sobre todo cuando se entremezclan las relaciones de dominación y dependencia entre los seres humanos.
En esta reflexión acerca de las relaciones amorosas y sobre el amor, la trama se desarrolla en el ámbito de una sociedad primitiva donde los compromisos sociales se revelan extraordinariamente primarios.
Lo que en principio puede resultar una unión física sin contacto afectivo, finalmente se convierte en la historia de un amor apasionado donde, en un clima de embriaguez, priman unas relaciones tan violentas e intempestivas como especialmente intensas.
Hay que hablar de soledad y desolación en un mundo en donde sobresale la apetencia sexual, y hay que hablar de falta de conciencia moral, todo ello motivado por una innata incapacidad de disfrute de cuanto nos rodea si no es a través del sufrimiento (físico y/o moral) del adversario.
Aunque el protagonista toma conciencia de que en todo lo que hace con la mujer hay un contenido afectivo que no está exento de cualquier tipo de sensibilidad, no por ello ninguno de los dos, a lo largo de la huida hacia delante que inician al final de la obra, olvida que, en definitiva, el mundo es hostil y complicado, sobre todo cuando se entremezclan las relaciones de dominación y dependencia entre los seres humanos.