Cambio Tecnológico e Innovación en las Empresas es una primera aproximación a los valores y al conocimiento más destacado en este ámbito. Su contenido se conforma en cinco partes. La primera se interesa en mostrar los elementos conceptuales más notables en los que se sustenta la idea de generar nuevo conocimiento, a través de los procesos de innovación desde la base del pensamiento neoschumpeteriano. La segunda se ocupa de estudiar la economía del cambio tecnológico y su importancia para las empresas; su interés radica en mostrar lo altamente prioritario que es asumir el desafío de ser innovadores. La tercera muestra las formas en las que fluyen las ideas y el conocimiento, y los modelos de cooperación entre las organizaciones en la búsqueda de la innovación. La cuarta proporciona un panorama de las técnicas y herramientas más utilizadas en la medición de la innovación. Y, finalmente, la quinta trata sobre algunos de los más notables métodos de decisión en un entorno de innovación constante. Al final de cada parte se ha enriquecido con estudios de caso de empresas europeas que son muestras fidedignas del éxito alcanzado gracias, en parte, a que desde sus orígenes decidieron ser organizaciones altamente innovadoras.
Este trabajo busca evidenciar que es necesario que tanto en España como en América Latina se aliente más decididamente una cultura proclive al conocimiento, tanto a su generación, como a su difusión y su asimilación, y la necesaria repercusión de todo ello en el mercado. Para lograrlo, el camino es formar más y mejores empresarios, y mejores empresas, en los términos que en su día imaginó Schumpeter, y que las Administraciones (v.g. los gobiernos, los organismos comunitarios y las instituciones internacionales) apoyen con mayor contundencia todo lo relacionado con la tan anunciada, pero pocas veces concretada política de I+D.
Este trabajo busca evidenciar que es necesario que tanto en España como en América Latina se aliente más decididamente una cultura proclive al conocimiento, tanto a su generación, como a su difusión y su asimilación, y la necesaria repercusión de todo ello en el mercado. Para lograrlo, el camino es formar más y mejores empresarios, y mejores empresas, en los términos que en su día imaginó Schumpeter, y que las Administraciones (v.g. los gobiernos, los organismos comunitarios y las instituciones internacionales) apoyen con mayor contundencia todo lo relacionado con la tan anunciada, pero pocas veces concretada política de I+D.